La policía de Hong Kong se enfrentó el domingo a miles de manifestantes en su intento por defender la principal oficina de representación del gobierno chino de las multitudes , furiosas por lo que muchos ven como un ciclo creciente de violencia en su contra.
Las protestas de los últimos dos meses , organizadas por activistas antigubernamentales en contra de un proyecto de ley que permitiría extraditar a personas desde Hong Kong para ser procesadas en los tribunales de China continental, se han vuelto cada vez más violentas.
Una marcha convocada el sábado para protestar contra el ataque a los manifestantes por parte de presuntos miembros de las tríadas el fin de semana anterior se saldó con nuevas escenas de violencia, después de que la policía antidisturbios interviniera para dispersar a las decenas de miles de personas movilizadas.
El domingo, la multitud congregada en un parque del distrito financiero de la ciudad comenzó a desbordarse hacia las calles cercanas. Manifestantes vestidos de negro avanzaban en varias direcciones, obstruyendo los principales accesos.
Miles de personas
se dirigieron hacia el distrito comercial de Causeway Bay, mientras que otro gran contingente marchó hacia el oeste, hacia la oficina de representación del gobierno chino, conocida como Oficina de Enlace del Gobierno Central.
Foto: AFP
Allí, cientos de policías antidisturbios impidieron que los activistas avanzaran hacia el edificio, que fue fuertemente fortificado con barricadas de plástico rellenas de agua.
A medida que la multitud crecía, cientos de policías antidisturbios con escudos cargaban disparando gas lacrimógeno, balas de goma y granadas no letales contra los manifestantes, dejando un rastro de acres nubes de humo por las calles.
Algunos manifestantes se dejaban caer sobre sus rodillas con dificultad para respirar mientras las ambulancias se apresuraban a llevarse a los heridos.
Los manifestantes , en su mayoría jóvenes, vestidos con cascos, máscaras antigás y chalecos antibalas, mantenían posiciones mientras desmontaban las barricadas improvisadas que usan para obstaculizar los avances de la policía.
Muchos de ellos golpeaban las superficies metálicas con palos para crear un sonido similar al de los tambores que resonaba por las calles.
Algunos portaban pancartas que decían: "Nos alzamos como uno solo, luchamos como uno solo", y "Detengan la violencia".
Las protestas de los últimos dos meses han desencadenado la crisis política más grave en Hong Kong desde su traspaso del Gobierno británico a China en 1997, en virtud de un acuerdo que garantizaba derechos especiales y autonomía para la ciudad.
lsm