Grupos de derechos civiles musulmanes y judíos afirman que han visto un aumento considerable de reportes de acoso, prejuicios e incluso agresiones físicas contra integrantes de sus comunidades a raíz de los ataques de Hamas del 7 de octubre.
La Liga Antidifamación y el Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR, por sus siglas en inglés) detectaron un aumento de reportes de incidentes, muchos de ellos casos de violencia o amenazas contra manifestantes en marchas en apoyo a Israel o a los palestinos durante las últimas dos semanas luego que estallara la guerra entre Israel y Hamas. Otros ataques y acosos denunciados por los grupos fueron dirigidos al azar a musulmanes o judíos en público.
Un portavoz del CAIR indicó el miércoles que las secciones de la organización y la oficina nacional recibieron 774 reportes de actos relacionados con prejuicios entre el 7 y el 24 de octubre. La sede nacional tuvo 110 reportes directos durante ese período, en comparación con 63 durante todo agosto. Los líderes del consejo creen que se trata de la mayor ola de quejas desde diciembre de 2015, cuando el entonces candidato presidencial Donald Trump declaró su intención de prohibir la inmigración musulmana a Estados Unidos tras un tiroteo masivo en San Bernardino que dejó 14 muertos.
Los actos reportados desde el 7 de octubre incluyen a un arrendador de Illinois que mató a cuchilladas a un niño musulmán de 6 años e hirió a la madre del menor, de acuerdo con la policía, así como el arresto de un hombre de Michigan después que, según la policía, pidió en una publicación en las redes sociales unirse a él en una cacería de palestinos.
“Los funcionarios públicos deberían hacer todo lo que esté a su alcance para evitar que la ola de odio que azota a la nación en este momento se salga de control”, dijo Corey Saylor, director de investigación y promoción del CAIR.
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