Los Ángeles.— La agente que mató al afroestadounidense Daunte Wright de un disparo presentó ayer su dimisión junto al jefe de la policía de Brooklyn Center, Minnesota, donde se produjo el suceso, luego de una noche de disturbios raciales que dejó 50 detenidos.
El alcalde de Brooklyn Center, Mike Elliott, aseguró en una rueda de prensa que las dimisiones de la agente Kim Potter, y del jefe de la policía local, Tim Gannon, han sido motu proprio. “No le pedimos que renunciara. Esa fue una decisión que tomó ella. (...) Y no podría estar más de acuerdo”, explicó Elliott.
Wright falleció el domingo pasado a bordo del vehículo que conducía, cuando, durante un control de tránsito, Potter abrió fuego contra él de forma supuestamente accidental, dijo la policía el lunes. La agente blanca quería usar una pistola eléctrica para inmovilizar a Wright, de acuerdo con la versión policiaca, pero se confundió y disparó con su arma de fuego una bala que acabó con la vida del hombre.
Los padres de la víctima rechazaron que se tratara de un accidente. “No puedo aceptar eso. Perdí a mi hijo. No volverá nunca. No puedo aceptar eso, un error, que ni siquiera suena bien. Esta agente de policía ha estado en el cuerpo durante más de 26 años. No puedo aceptar eso”, señaló Aubrey Wright, el padre de Daunte.
El expresidente Barack Obama aseguró que EU debe “reinventar” sus prácticas policiales.
El incidente se produjo cuando los nervios están a flor de piel en Minneapolis, pendiente de la sentencia del juicio contra Derek Chauvin, uno de los cuatro policías acusados del asesinato de George Floyd en mayo pasado, que desató una ola de protestas raciales en todo el país. El proceso entró en una nueva etapa. El abogado del expolicía interrogó a un agente en retiro que en 2019 arrestó a Floyd.