Un escritor de discursos de la Casa Blanca renunció de forma inesperada después de conocerse que su ex esposa lo acusó de violencia doméstica durante su matrimonio de menos de tres años.
La renuncia de David Sorensen se produjo la noche del viernes luego de que el diario The Washington Post hiciera públicas las acusaciones de su ex esposa, siendo así la segunda en menos de una semana, después de la del secretario de gabinete, Rob Porter.
El secretario de prensa adjunto, Raj Shah, dijo en un precario comunicado que antes de que la Casa Blanca fuera contactada por la prensa en torno a las acusaciones contra Sorensen, “inmediatamente lo confrontamos , él negó las acusaciones y renunció”.
El manejo del caso de Sorensen, quien se había desempeñado antes como asesor del gobernador de Maine, Paul LaPage, contrastó con el que la Casa Blanca le dio al caso de Porter.
Porter fue forzado a dejar el cargo sólo después de que se hizo pública una fotografía que muestra a la primera de sus esposas con un ojo morado, como consecuencia de los golpes que le propinó cuando los dos vacacionaban en Italia en 2005.
Las acusaciones de violencia doméstica contra Porter eran conocidas por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) desde el año pasado, como parte de la indagación que conducía para autorizar su acceso a información clasificada, como parte de su trabajo en la Casa Blanca.
Al igual que Sorensen, Porter negó de manera categórica las acusaciones de sus dos ex esposas, aunque la segunda hizo pública a través de la prensa, una copia de la denuncia ante la policía de Arlington, Virginia en 2010, después de haberla forzado a ingresar al departamento que ambos habían compartido.
