Los príncipes Guillermo y Enrique aparecieron este sábado con sus esposas Catalina y Meghan en el castillo de Windsor, donde contemplaron juntos las ofrendas florales a la reina Isabel II, fallecida el pasado jueves.
Enrique dijo a la gente que "es un lugar solitario ahora sin ella ". El duque de Sussex regresó rápidamente a Londres desde Balmoral tras el fallecimiento de su majestad la reina. En una muestra de unidad , Guillermo y Enrique llegaron en el mismo automóvil para saludar a los simpatizantes.
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Vestidos de riguroso luto, los nuevos príncipes de Gales, Guillermo y Catalina, y los duques de Sussex, Enrique y Meghan, miraron las flores, las tarjetas y dibujos depositados ante el castillo de Windsor, antes de acercarse a los súbditos allí reunidos.
El escándalo los separó y la muerte los unió
Esta es la primera vez en más de un año que los dos hermanos, hijos del rey Carlos III y nietos de la reina Isabel II, son vistos juntos, después del escándalo provocado en la familia real por la decisión de los duques de Sussex de apartarse de la monarquía a principios de 2020 para vivir en Estados Unidos y ser financieramente independientes.
"En cada habitación en la que estaba, sentimos su presencia en todo momento", agregó el príncipe Enrique, indicó The Sun.
El portavoz oficial de Guillermo confirmó que invitó a Harry y Meghan a ver los tributos con él hoy.
El encuentro se produce después de que el rey Carlos III expresara ayer su "amor" por Harry y Meghan en su primer discurso a la nación.
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Se espera que el duque de Sussex permanezca en el Reino Unido hasta el funeral de su abuela. El príncipe Enrique, que estaba en Alemania cuando el palacio de Buckingham comunicó la gravedad del estado de Isabel II, voló el jueves -día 8- hasta el castillo de Balmoral, en el noreste de Escocia, donde la reina murió a los 96 años.
De acuerdo con información de los tabloides británicos "Daily Mail" y "The Sun", habría sido el rey Carlos III quien pidió a Enrique, de 37 años, no llevar Meghan Markle, su esposa desde 2018 al castillo de Balmoral, donde falleció la monarca.
De acuerdo con los periódicos británicos, "Carlos III le dijo a Harry que no era correcto ni apropiado que Meghan estuviera en Balmoral en un momento tan profundamente triste".
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En la gran avenida que conduce al castillo y fortaleza de Windsor, que fue la residencia de fin de semana de Isabel II y donde decidió instalarse en el último año, las dos parejas estuvieron cerca de una hora dando la mano a la gente, hablando y recogiendo los ramos de flores que les entregaban.
Después, las dos parejas se subieron a sus respectivos vehículos, que les llevaron de vuelta al castillo.
Otros miembros de la familia real permanecieron en Balmoral, asistiendo hoy a un servicio conmemorativo para la reina en la cercana iglesia de Crathie Kirk.
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mcc
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