Brasilia.— La Quinta Sala del Tribunal Superior de Justicia de Brasil acordó ayer reducir a ocho años, 10 meses y 20 días la pena de 12 años de cárcel dictada por una corte inferior contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La decisión, adoptada en forma unánime por los cuatro miembros de la sala, supone que el exmandatario, en prisión desde el 7 de abril de 2018, podría ser beneficiado con un régimen de detención domiciliaria a partir del próximo mes de septiembre, de acuerdo con cálculos de expertos.
La reducción de pena fue planteada por el juez Félix Fischer, instructor de la Quinta Sala del Tribunal Superior de Justicia de Brasil, y apoyada por los otros magistrados. Entre otros asuntos, la defensa pedía en realidad la anulación del juicio en primera instancia y, por ende, la de la condena que fue dictada por un tribunal, que le condenó a 12 años de cárcel, ahora reducidos.
El caso se refiere a la primera condena dictada contra Lula en la segunda instancia, por corrupción y lavado de dinero, una vez que la justicia consideró probado que recibió a modo de soborno un apartamento de tres plantas en la playa de Guarujá, a cambio de favorecer a la constructora OAS en contratos con Petrobras.
Sobre Lula ya pesa otra condena a otros 12 años de cárcel en un caso muy similar, pero dictada hasta ahora en primera instancia y no confirmada. En caso de que se ratificara esa pena en la segunda instancia, puede frustrarse la posibilidad de que el exmandatario pase a cumplir lo que resta de su primera condena en su domicilio.