San José.— Con matonismo y violencia, la familia Mora, Chavarría y Salgado dirigió una despiadada organización de venta de cocaína, marihuana y crack con cuatro filiales en Costa Rica.
Limón, sector rural sobre el mar Caribe y clave del narcotráfico, albergó tres estaciones a distancias que oscilaron de 136 a 202 kilómetros al sureste de esta capital. En la zona urbana de Cartago, a 23 kilómetros al este de esta ciudad, operó otra sucursal.
El líder fue un Chavarría, Ratola, de 35 años y con antecedentes por tentativa de homicidio, robos agravado, simple, de vehículo y con fuerza sobre las cosas.
Patrona, de apellido Mora y de 28, tiene recuento por legitimación de capitales, y dos de sus parientes Chavarría, uno de 32 y con ficha por portación ilegal de arma permitida y otro de 28 y con pasado por almacenamiento de drogas, integraron el grupo.
A la mafia se unieron dos hombres de 25, uno de 30 y uno de 55, con variedad de precedentes por lesiones con arma de fuego, amenazas agravadas o a la autoridad, tenencia o transporte de drogas, robo agravado y hurto.
Escolares
La familia Rocha, Pérez, Chavarría y Arana instaló una peligrosa venta de cocaína, marihuana y crack en el entorno de una escuela primaria en la ciudad de Alajuela, a unos 20 kilómetros al noroeste de esta capital.
De 34 años, con antecedentes por agresión con armas y violación de domicilio, una mujer de apellido Rocha comandó la red en la que insertó a su hijo, de 18 y sin historial criminal, y a su hermano, de 34, con récord por robo agravado, agresión con arma, portación ilegal de arma permitida, posesión de drogas, sustancias o productos prohibidos y desobediencia.
A los tres y a un operador, de apellido Guzmán y con registro por transporte de drogas, robo agravado o con violencia sobre las personas, tenencia de drogas y delitos contra la propiedad, y todos costarricenses, se les capturó en octubre anterior.
El expendio de alucinógenos ocurrió las 24 horas del día, todos los días, y causó un aumento de robos y de consumo de drogas, con frecuentes choques con armas de fuego entre vendedores que llegaban al sitio a apoderarse “del punto de venta de droga”, informó Seguridad Pública.
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