San José / Sao Paulo.— En América Latina y el Caribe, los habitantes acudieron a los cementerios para recordar a sus difuntos y llevar flores a sus tumbas; en Brasil también hubo una marcha zombie.
“Desde que murió mi madre, en 2019, trato de ir todos los años a su tumba, le llevó flores”, comentó Aracely Guzmán, cuando se dirigía a un camposanto privado al sur de Tegucigalpa, Honduras.
Guzmán iba acompañada de su hija Carmen y su hermana Daysi, todas residentes de un populoso barrio al sur de la capital.
“Llevo a mi hija para que recuerde que esta es una tradición que no se puede olvidar, siempre hay que visitar a nuestros muertos”, señaló Guzmán, mientras compraba rosas rojas para colocar en la tumba de su madre. En Tegucigalpa, la mayor afluencia de hondureños se concentra en el Cementerio General, público, en el que ya no hay cupo para más muertos y descansan reconocidas figuras, como expresidentes de la República y otras que tuvieron protagonismo en la vida del país en el siglo pasado.
La afluencia a los cementerios también ha sido abundante en ciudades del interior, según informes de medios locales.
Xiomara Sánchez, quien acudió al Cementerio General de San Pedro Sula, norte del país, decoró con flores naturales la tumba de su madre, fallecida en enero de este año.
Muchos hondureños se trasladaron el fin de semana a sus lugares de origen para colocar un arreglo floral en la tumba de un familiar.
En Ecuador, en San Juan Bautista de Punín, un pintoresco pueblito enclavado en el corazón de los Andes ecuatorianos, los indígenas acuden con los mejores manjares para conversar con las almas de los suyos que se han ido.
Este tipo de celebración indígena es muy parecida al concepto de la conmemoración católica del Día de los Difuntos, aseguró el párroco de Punín, Marco Gonzagón, al comparar la cosmovisión andina y el rito cristiano. Se trata de la trilogía católica del “cielo, la tierra y el infierno” también expuesta en el orbe mitológico indígena de Ecuador, en el que también se manifiestan estos tres conceptos, explicó el párroco.
En El Salvador, miles acudieron a los cementerios del país para llevar flores a sus seres queridos ya fallecidos, en un día soleado después de las lluvias generadas por la influencia de la tormenta tropical Pilar.
Desde temprano, ayer 2 de noviembre, Día de los Difuntos, las personas se acercaron a los camposantos y aprovecharon para limpiar y decorar las tumbas.
En Nicaragua no hubo misas en los cementerios, porque presuntamente fueron prohibidas por la policía. Los asistentes acudieron con flores, coronas y músicas a los diferentes panteones del país para conmemorar el Día de Muertos.
En Brasil, centenares de personas disfrazadas de zombies y otros personajes siniestros se tomaron la plaza Roosevelt, ubicada en el corazón de Sao Paulo. Este desfile se celebra desde 2006 y es un evento abierto a cualquier persona que quiera disfrazarse y acudir.