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La diplomacia europea debe ser interpretada bajo una tercia de ópticas: bilateralmente, considerando el interés nacional; ante la Unión Europea en su conjunto y las interacciones de las anteriores en constante fluctuación. Respecto a la crisis en Gaza —en la que se registran más de 30 mil decesos civiles, según el Ministerio de Salud—, Europa ha sido una cámara de resonancia de percepciones y emociones, generando controversias.
La necesidad de conciliación entre intereses europeos y el mundo árabe va más allá de la seguridad energética y genera un replanteamiento de la política exterior hacia Israel y la región. Medio Oriente representa un área crítica para la reconfiguración de la seguridad europea, especialmente, considerando la incertidumbre en el este de Europa, una OTAN y paradigma de la defensa europea en definición, y la búsqueda de sociedades con actores extracontinentales clave.
Algunos indicios son detectados en declaraciones como la de Joseph Borrell, alto representante para Asuntos Exteriores de la UE, instando la reducción del suministro de armas a Israel; o, la del presidente de Francia, Emmanuel Macron, en relación con la solución de dos Estados. Los consensos pueden estar alejados, pero la recalibración de la diplomacia europea frente a Medio Oriente está en curso.
Mauricio D. Aceves. Analista internacional (@daanmaur)
