El grupo paramilitar Wagner, dirigido por Yevgueni Prigozhin, se alzó el viernes contra el ejército regular ruso y sus milicianos tomaron posiciones en varias regiones, confrontando al presidente Vladimir Putin a una grave crisis en pleno conflicto de Ucrania.
Tras semanas de tensión creciente entre el líder de Wagner y Moscú, el viernes por la noche Yevgueni Prigozhin acusa al ejército ruso de bombardear campamentos base de su grupo y matar a "un gran número" de sus hombres. Llama entonces a levantarse contra el comando militar ruso y afirma que dispone de 25 mil combatientes, llamando a "todo el que quiera" a sumarse a ellos
Pese a que descarta que se trate de un "golpe de Estado" y llamarlo una "marcha por la justicia", los servicios de seguridad rusos (FBS) abren contra él una causa por "llamamiento al motín armado" y piden su detención.
Prigozhin asegura en las primeras horas del sábado que sus tropas han entrado en el territorio ruso y que irá "hasta el final".
Dice que sus fuerzas están dispuestas a morir por "la patria" y por "liberar al pueblo ruso" y que han abatido un helicóptero militar.
Moscú, la región de Rostov, vecina de Ucrania y la de Lipetsk (420 km al sur de la capital) anuncian medidas de seguridad reforzadas.
A las 04H30 GMT, Prigozhin asegura que tomó el cuartel general del ejército ruso en Rostov, un centro clave para las operaciones militares rusas en Ucrania, y afirma tener bajo control otros sitios militares, incluido un aeródromo.
El gobierno establece un "régimen de operaciones antiterroristas" en Moscú y su región, que refuerza las competencias de los servicios de seguridad.
En un discurso televisado, Putin acusa a Prigozhin de haber "traicionado" a Rusia por sus "ambiciones desmedidas” y promete medidas "firmes" contra la "amenaza mortal" que supone la rebelión armada de Wagner. Admite una situación "difícil" en Rostov pero jura "no permitir" que se produzca una "guerra civil" en Rusia.
El ejército ruso lleva a cabo operaciones de "combate" en la región de Voronezh, a medio camino entre Moscú y Rostov.
Prigozhin responde al discurso de Putin: "El presidente está profundamente equivocado. Somos patriotas. Nadie se va a rendir", asevera.
Los países de la Unión Europea, Estados unidos y las potencias occidentales del G7 dicen seguir de cerca la situación. El primer ministro británico, Rishi Sunak, pide a "todas las partes que sean responsables y protejan a los civiles".
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, considera que "la debilidad de Rusia es obvia" y asegura que "Ucrania es capaz de proteger a Europa de la contaminación del mal y el caos rusos".
Putin habla por teléfono con sus homólogos bielorruso, Alexander Lukashenko, y kazajo, Kassym-Jomart Tokayev, aliados de Moscú, para informarles de la situación.
Las autoridades rusas anuncian que están combatiendo un gran incendio en un depósito de combustible en Voronej, 550 km al sur de Moscú, donde se ha informado de la presencia de Wagner.
El gobierno pide a la población de la región de Lipetsk, situada entre Voronej y Moscú, que se quede en casa.
El líder de la república rusa de Chechenia, Ramzan Kadyrov, anuncia que enviará a sus hombres a "áreas de tensión". "Haremos todo lo posible para preservar la unidad de Rusia", afirmó.
Putin también habla con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, de quien recibe "apoyo total", según el Kremlin.
Los combatientes de Wagner entran en Lipetsk, según anuncian las autoridades locales, lo que confirma el avance de Wagner hacia Moscú.
Letonia refuerza la seguridad de sus fronteras y prohíbe la entrada de rusos en su territorio.
La región de Kaluga, 180 km al sur de Moscú, restringe el movimiento. En Moscú, el alcalde considera "difícil" la situación y declara el lunes día feriado.
Por la noche, Prigozhin anuncia que ordenó a sus hombres regresar a sus campamentos, para evitar un baño de sangre.
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mcc