Ginebra.— La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció ayer que se reanudarán los ensayos clínicos en los que se utiliza la hidroxicloroquina y que forman parte de los esfuerzos internacionales por hallar uno o más tratamientos y vacunas para el Covid-19.
El equipo de expertos que supervisa los ensayos clínicos que se realizan en 35 países recomendó la semana pasada que por precaución se interrumpieran aquellos relacionados con ese medicamento porque había información que ponía en duda su seguridad.
Datos procedentes de distintos lugares apuntaban a una tasa de mortalidad más elevada entre los pacientes graves del Covid-19 que habían sido tratados con la hidroxicloroquina, un derivado de la cloroquina. Se trata de un medicamento utilizado desde hace décadas en enfermos de malaria y de afecciones reumáticas.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, informó que la revisión de datos se había completado y que los científicos han concluido en que no existen razones para modificar los protocolos utilizados en los ensayos clínicos. Un total de 3 mil 500 pacientes participan de forma voluntaria en los diversos ensayos que se realizan en 35 países bajo la supervisión de la OMS.
La directora general adjunta de la OMS, Soumya Swaminathan, precisó que todavía no se ha encontrado evidencia de que alguno de los fármacos que se están probando reduzca la mortalidad por el Covid-19, por lo que “es una prioridad continuar haciendo estudios y ensayos clínicos aleatorios para obtener la evidencia que necesitamos lo más pronto posible”.
Precisó que la OMS está apoyando varios estudios de medicamentos que permitan no solo salvar las vidas de pacientes en estado crítico, sino también reducir la severidad de la enfermedad.
En este contexto, la prestigiosa revista médica The Lancet tomó distancia del criticado estudio que publicó sobre los posibles efectos nefastos de la hidroxicloroquina entre enfermos, al admitir que este plantea “serias cuestiones científicas”. La publicación “alerta a los lectores sobre el hecho de que surgieron serias cuestiones científicas” sobre este estudio, actualmente bajo una auditoría promovida por sus propios autores, indicó el medio.
Aunque parte de la comunidad científica duda de la eficacia de la hidroxicloroquina, varias decenas de expertos expresaron en una carta abierta su “preocupación” por la metodología empleada en este trabajo, basado en información recopilada por Surgisphere, una empresa de análisis de datos de salud basada en Estados Unidos.
Apenas ayer, se informó que la hidrocloriquina no protege contra el Covid-19. Un estudio se llevó a cabo totalmente por internet y los resultados se publicaron en la revista New England Journal of Medicine. Radha Rajasingham, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Minnesota, explicó que para calificar a los participantes debían haber tenido contacto pocos días antes con un paciente afectado por el coronavirus; sin embargo, no debían tener síntomas de la enfermedad.
Mientras, el director regional de la OMS para Europa, Hans Kluge, afirmó que “la segunda ola [de contagios] no es algo inevitable. Aunque cada vez más países levantan las restricciones y hay un claro riesgo de rebrote de la infección”.
Kluge subrayó que en la actualidad las cosas “no están mejor que a principios del año”, porque el mundo carece de una vacuna. “La buena noticia es que hemos aprendido mucho tras la primera ola y, si hay una segunda, estaremos más preparados”, aseguró.
En cuanto a la vacuna, subrayó que “no hay una fecha concreta para su elaboración”, aunque las mejores mentes científicas del mundo trabajan ahora en ese cometido.
En Reino Unido, científicos harán unos ensayos para establecer si el ibuprofeno, un fármaco ampliamente utilizado para tratar inflamaciones, puede ayudar —una fórmula en específico— en el tratamiento de los pacientes hospitalizados con coronavirus.
En este contexto, Estados Unidos ordenó suspender los vuelos desde y hacia su territorio de aerolíneas chinas luego de que Beijing no permitiera a compañías estadounidenses reanudar sus servicios al país asiático.
“Aerolíneas estadounidenses pidieron reiniciar el servicio de pasajeros desde el 1 de junio. La negativa del gobierno de China a aprobar esas solicitudes es una violación de nuestro Acuerdo de Transporte Aéreo”, dijo el Departamento de Transporte de EU en una nota. La suspensión aplicará desde el 16 de junio pero podría comenzar a regir antes si el presidente Donald Trump lo ordena. Las aerolíneas de EU redujeron o suspendieron sus servicios a China debido a la pandemia. La acción afectará a siete compañías chinas, entre ellas gigantes como Air China.