La VIII Cumbre de las Américas sufrió hoy una nueva baja, con la decisión del presidente de Cuba, Raúl Castro Ruz , de ausentarse sorpresivamente de la máxima instancia de negociación política del Hemisferio Occidental.
Fuentes diplomáticas latinoamericanas revelaron que uno de los motivos que llevó a Castro a declinar acudir a la cita continental fue que en los últimos días apareció una serie de rótulos o pintas en paredes en Lima en los que se calificó de “asesino” al mandatario cubano.
Sin aportar detalles de la decisión, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba anunció en un comunicado que publicó en su página en Internet que el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, “preside” la delegación de la isla a la Cumbre de las Américas.
Rodríguez “llegó en horas del mediodía de hoy a Lima, al frente de la delegación gubernamental que participará” en la cumbre, que se iniciará hoy y concluirá mañana en esta capital.
La cancillería agregó en el reporte que la comitiva cubana también es integrada por el ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca Díaz, los vicecancilleres Ana Teresita González Fraga y Rogelio Sierra Díaz, y el embajador de Cuba en Perú, Sergio González González.
La ausencia de Castro se unió a la de los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Venezuela, Nicolás Maduro.
Las fuentes diplomáticas consultadas esta tarde por EL UNIVERSAL en esta ciudad explicaron que al gobierno de Cuba le molestó profundamente la aparición de las vallas y otros rótulos con los fuertes calificativos hacia el presidente de Cuba.
Asimismo, recordaron que ante la ausencia de Trump, el panorama de la Cumbre quedó expuesto para un protagonismo prominente de Castro en su despedida de la escena presidencial. Castro entregará el próximo jueves la presidencia de los consejos de Estado y de Ministros al vicepresidente cubano Miguel Díaz—Canel Bermúdez, aunque mantendrá el mando sobre el Partido Comunista de Cuba.
Sin Trump, cuya inasistencia fue justificada por Washington en la grave crisis bélica en Siria, el jefe de Estado y de Gobierno de Cuba emergió como la figura que, con la ausencia del inquilino de la Casa Blanca, dominaría la escena de la cita continental.
La expectativa fue que Castro aprovecharía el escenario para concitar la atención mediática y reiterar la postura política de Cuba en contra del renovado asedio de Estados Unidos sobre La Habana y a favor del gobierno de Venezuela ante la aguda crisis política e institucional en esa nación.
Pese a que ayer se había dado por segura la presencia de Castro en Lima, fuentes diplomáticas latinoamericanas advirtieron que tampoco podría descartarse una sorpresa.
La situación en la octava edición de este proceso de encuentros contrastó con la cita hemisférica previa, la primera a la que acudió Cuba. En la cumbre anterior, en 2015 en Panamá, EU y Cuba abrieron una nueva era en las relaciones americanas con un histórico encuentro entre Castro y el entonces presidente de EU, Barack Obama.
La reunión se registró luego del deshielo que Washington y La Habana iniciaron a finales de 2014, que les llevó al año siguiente a reanudar lazos diplomáticos luego de más de 54 años de ruptura y que Trump frenó tras instalarse en enero de 2015 en la Casa Blanca.
Por el momento ya están en Lima, entre otros presidentes, los de México, Enrique Peña Nieto, de Chile, Mauricio Macri, de Argentina, Sebastián Piñera, de Colombia, Juan Manuel Santos, de Bolivia, Evo Morales, de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, de Panamá, Juan Carlos Varela, de Honduras, Juan Orlando Hernández, y de República Dominicana, Danilo Medina.
En reemplazo de Trump, el vicepresidente de EU, Mike Pence, ya está en Lima.
También está confirmada la presencia de varios primeros ministros de las islas anglófonas del Caribe. El grupo de gobernantes se unió al presidente de Perú, Martín Vizcarra, anfitrión de la cumbre.
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, llegó ayer pero ese mismo día debió de regresar de urgencia a Quito, por la crisis con los tres periodistas ecuatorianos secuestrados por un grupo armado irregular colombo—ecuatoriano el 26 de marzo en la zona fronteriza de ese país con Colombia y cuya muerte fue confirmada oficialmente hoy por el propio gobernante.