El presidente del gobierno español Mariano Rajoy pidió este viernes autorización al Senado para tomar una medida sin precedentes en 40 años: la intervención de la autonomía de Cataluña, donde el parlamento regional podría responder con una declaración unilateral de independencia.
El conservador Rajoy se dirigió a la cámara alta, donde tiene mayoría, para pedir poderes extraordinarios y temporales. En virtud de estos, Cataluña perderá cautelarmente su autogobierno, recobrado hace cuatro décadas con el retorno de España a la democracia.
"Este procedimiento se inicia cargado de razones ", ante un ejecutivo catalán decidido a la secesión, declaró Rajoy.
El dirigente anunció que quiere poder destituir al presidente independentista catalán, Carles Puigdemont , y a todo su gobierno, lo que provocó una fuerte salva de aplausos.
Igualmente, "la facultad de disolver el Parlamento de Cataluña pasará al presidente, que debe convocar elecciones en un plazo máximo de seis meses. Ya les adelanto que mi voluntad es celebrarlas lo más pronto posible", añadió Rajoy, en referencia a la principal medida del artículo 155 de la Constitución española que aprobará previsiblemente el Senado.
El desafío independentista cayó en una enorme confusión política en los últimos días.
"Fue él quien eligió que el proceso que establece el artículo 155 de la Constitución continuara adelante. Él y sólo él", clamó Rajoy en alusión al presidente Puigdemont.
Puigdemont acusó el jueves a Rajoy de no haberle dado garantías para desactivar la crisis.
Con garantías de que no se aplicaría el 155, Puigdemont aseguró que habría convocado elecciones regionales anticipadas.
"He estado dispuesto a convocar estas elecciones siempre y cuando se dieran unas garantías que permitieran su celebración en absoluta normalidad", aseguró.
En el parlamento catalán, el plenario, que arrancó el jueves, se reanuda a las 12H00 (10H00 GMT), y podría intervenir Puigdemont.
El simbólico "choque de trenes" de ambas cámaras coincidiría durante la jornada.