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Los rebeldes hutíes de Yemen que secuestraron el carguero Galaxy Leader, en el que viajan dos tripulantes mexicanos, son enemigos declarados de Israel y desde el inicio de la guerra con Hamas, han lanzado una serie de ataques contra territorio israelí.
Miembros del grupo rebelde Ansar Allah (Partidarios de Dios), los hutíes son parte del zaidismo, una rama del islam chiíta.
De acuerdo con la cadena británica BBC, los hutíes conforman un tercio de la población de Yemen, un país predominantemente sunita y gobernaron el norte por casi mil años, hasta 1962. Sunitas y chiítas se han enfrentado por años, en una guerra sectaria que desangra a Yemen.
Los hutíes toman su nombre de Hussein Badr al Din al Huti, quien fuera su líder hasta que fue asesinado pos soldados yemeníes, a fines de 2004.
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Los hutíes entonces encabezaron cinco rebeliones, antes de que se declarara un alto el fuego con el gobierno, en 2010. Un año después, aprovechando las protestas de la llamada Primavera Árabe, los hutíes se sumaron en contra del expresidente Ali Abdala Saleh, quien permaneció 33 años en el poder y fue asesinado en 2017.
Los hutíes controlan hoy parte del territorio yemení; el norte del país ha sido escenario de enfrentamientos entre el gobierno y este grupo rebelde, mientras que en el sur han encabezado disturbios separatstas.
El eslogan de los hutíes es “Dios es grande, muerte a América, muerte a Israel, maldición sobre los judíos y victoria del Islam”.
Arabia Saudita, el principal poder sunita y enemigo de los hutíes, asegura que este grupo tiene el respaldo militar, financiero y político de Irán, y que sería este régimen el que estaría detrás de la decisión de los hutíes de atacar a Israel.
Los hutíes aseguran que Israel está cometiendo un “genocidio” en Gaza frente al cual no se quedarán de brazos cruzados. Por eso, han lanzado una serie de ataques con misiles y drones que el ejército israelí interceptó.
Las fuerzas de defensa de Israel desplegaron también buques lanzamisiles en el Mar Rojo, donde los hutíes secuestraron el Galaxy Leader, un buque que de acuerdo con Israel pertenece a una empresa británica y que era operado por un grupo japonés. El gobierno de Japón ha emitido llamados para la liberación de los 25 tripulantes de la embarcación, entre los que están los mexicanos.
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¿Son los hutíes una amenaza para Israel?
Thomas S. Warrick, investigador del Atlantic Council y hasta 2019 subsecretario adjunto de política antiterrorista del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, aseguró a EFE que la precisión de los misiles que manejan los hutíes “es muy pobre” y, de momento, no puede "abrumar las defensas estadounidenses o israelíes".
El grupo cuenta con entre 100 mil y 200 mil combatientes, según diferentes estimaciones, y sus capacidades militares han ido aumentando año a año frente, algo que preocupa no sólo a Arabia Saudita, sino también a Emiratos Árabes Unidos, países que han recibido ataques transfronterizos en el último lustro.
Para el director del Centro de Estudios e Investigación Abaad, Abdelsalam Mohamed, los recientes ataques contra Israel son más un "intento de obtener apoyo moral" para reclutar combatientes y "demostrar las capacidades militares" de los hutíes sobre el terreno, que una búsqueda de guerra abierta.
Eso no significa que las cosas no se puedan salir de control, alertó Warrick, quien recordó que los rebeldes son conscientes de lo que representaría una guerra con Israel y, por eso, son "cuidadosos" a la hora de no traspasar la fina línea que separa una demostración de fuerza de una provocación real.
En otras palabras: "Los hutíes representan un peligro mayor para ellos mismos que para el Estado de Israel, porque incluso si lograran dañar objetivos israelíes, la represalia sería muchas veces mayor que el daño que pudieran causar", aseveró el analista.
El secuestro de la embarcación, y la amenaza de los hutíes de hacer lo propio con cualquier otro buque con bandera de Israel o ligado de algún modo a este país, elevan la tensión a un nuevo nivel.
rmlgv