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Los principales candidatos a primer ministro de Italia han votado ya en las elecciones generales que celebra este domingo el país y han hecho un llamamiento a los 46 millones de ciudadanos con derecho a voto para que participen activamente.
1. Matteo Salvini - La Liga Norte
Foto: AFP
Entre las caras más conocidas figura Matteo Salvini, el candidato de la Liga Norte al cargo de primer ministro de Italia, representa a la nueva derecha de la península, ultranacionalista y xenófoba, que hace campaña contra los inmigrantes y los musulmanes.
Salvini, de 44 años, diputado en el Parlamento Europeo desde 2004, dirige desde diciembre de 2013 el partido separatista Liga Norte, en el cual milita desde su juventud.
El hombre que aspira a ganar en las elecciones del domingo, borró de hecho la palabra "Norte" de su partido y se dirige ahora a toda la península, en especial a las regiones del sur, rivalizando con su aliado de centro-derecha Silvio Berlusconi, con quien firmó un pacto electoral.
Nacido y crecido en Milán, la capital de Lombardía, hijo de un empresario y una ama de casa, se confiesa católico y no esconde su preferencia por el papa Benedicto XVI ni sus críticas al papa Francisco.
Milita en la Liga del Norte desde los 17 años, cuando se unió a las campañas del carismático Umberto Bossi, que con el lema "Soy lombardo y lombardo voto" impulsaba el federalismo, una imaginaria Padania independiente y bramaba contra los italianos del sur que vivían de los impuestos de los italianos del norte.
En 1993, a los 20 años, fue elegido concejal de Milán y comenzó a trabajar como periodista para una emisora del partido donde desarrolló una eficaz capacidad oratoria.
En el 2004, el joven "euroescéptico" ingresó por primera vez al Parlamento Europeo y años más tarde, en 2012, asistió a la caída en desgracia del histórico líder de su partido, Bossi, involucrado en un escándalo de corrupción.
El lenguaje vulgar y los gestos maleducados quedaron atrás y se enterró también el sueño de hacer del norte de Italia una Padania independiente.
El enemigo dejó de ser el italiano del sur, despectivamente llamado "terrone" y pasó a ser el inmigrante, sinónimo de inseguridad y crímenes atroces.
Con ese discurso convenció a franjas enteras de italianos empobrecidos y subió rápidamente en las encuestas, al pasar de un 6% a un 12-14% de popularidad.
En varias ocasiones ha confesado que su referente político es el Frente Nacional francés de Marine Le Pen, que admira a Vladimir Putin y a Donald Trump, el presidente más antiinmigrante que ha tenido Estados Unidos.
La virulencia con la que ataca a los inmigrantes, a los musulmanes y al euro lo han catapultado entre las personalidades más destacadas y controvertidas de la política italiana.
2. Matteo Renzi- Partido Democrático
Foto: EFE
Con su carácter impetuoso, el ex primer ministro y actual secretario del Partido Democrático (PD, izquierda) Matteo Renzi tiene en contra a buena parte la opinión pública, cuando hace apenas unos años era una estrella de la política italiana.
"En poco tiempo se ha convertido en el líder político menos amado por los italianos", escribió en enero pasado la revista L'Espresso, entre los medios más cercanos a su partido.
Renzi, que con sólo 39 años llegó a ocupar el cargo de jefe de gobierno en 2014, el más joven de la historia de Italia, se jugó en pocos años su imagen de político fresco y comunicador con deseos de cambiar el país.
Al primer ministro que pretendía reformar la Constitución de 1948 y cambiar el Parlamento que lo eligió, paradójicamente no le han perdonado que incumpliera sus promesas, entre ellas la de retirarse de la política si perdía esas batallas, como ocurrió tras un referéndum celebrado en 2016.
Las críticas al líder del PD, la principal fuerza del gobierno de centro-izquierda saliente, han terminado por dividir y debilitar a su formación por su cuestionada arrogancia, que enemigos y aliados no le toleran más.
El PD de Renzi no deja de perder puntos en los sondeos. Según las últimas encuestas oficiales publicadas antes de los comicios del 4 de marzo cuenta con el 22% al 23% de los votos, un cifra decepcionante para el mayor partido de centro-izquierda de Europa.
Renzi, que de joven militó en la Democracia Cristiana, llegó al cargo de jefe de gobierno sin tener experiencia alguna como parlamentario o ministro y tan solo la de alcalde de Florencia.
El uso de eslóganes ocurrentes, de 'hashtags' en las redes sociales y de un estilo informal, dinámico y vital no han sido suficientes para convencer a los italianos que están sufriendo la reforma del mercado laboral que impulsó durante sus dos años de gobierno, el llamado "job acts" y que impuso a los sindicatos y a sus aliados de izquierda, los cuales terminaron por abandonar el partido para crear una nueva formación.
El político que ocupó la jefatura de gobierno con una "maniobra de palacio" sin pasar por las urnas, que se ha saltado muchas reglas para obligar al retiro a la vieja guardia de su partido, a menudo ha sido acusado de parecerse a su gran rival, Silvio Berlusconi, sobre todo por aquello del ego que tienen.
El viejo magnate, que ha vuelto para dar vida a la derecha italiana, podría convertirse en el aliado clave para formar una gran coalición de ex democristianos y ex socialdemócratas, como ocurrió en Alemania, en caso de que ninguna de las coaliciones obtengan la mayoría relativa.
Los enemigos del pasado podrían juntarse para dar nacimiento al gobierno "Renzusconi".
3. Giorgia Meloni - Hermanos de Italia
La dirigente del partido de derecha postfascista Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, de 41 años, no pierde la esperanza de llegar ser un día la primera mujer que gobierna Italia. Ex ministra de uno de los gobiernos de Silvio Berlusconi, lidera un partido de extrema derecha (5% de los votos), aliado para estas elecciones con los conservadores de Berlusconi y los xenófobos de la Liga Norte de Matteo Salvini.
Su lema "primero, los italianos", sus críticas a la Unión Europea y las promesas de preservar la familia tradicional y la vida de los de a pie, han calado entre los indecisos.
Contraria a conceder la ciudadanía italiana a los nacidos en Italia de padres extranjeros, Meloni, una romana con fuerte personalidad, entró a formar parte a los 15 años del Movimiento Social Italiano, los herederos de Benito Mussolini.
Madre de un bebé, se juega en estas elecciones la carta de la "mujer y madre", aunque se opone al matrimonio homosexual y a que los homosexuales adopten hijos.
4. Luigi Di Maio - Movimiento 5 Estrellas
El joven Luigi Di Maio, de 31 años, representa el rostro moderado del Movimiento 5 Estrellas, el partido antisistema en el que vivió una ascensión fulgurante.
El candidato oficial del M5E a primer ministro, que aparece siempre vestido en forma impecable y con modales elegantes, desde 2013 es vicepresidente de la Cámara de diputados, el más joven de la historia de Italia.
Con un estilo completamente diferente al del cómico Beppe Grillo, el fundador del movimiento famoso por sus vulgaridades y palabrotas, Di Maio es la nueva estrella de la agrupación que ha conquistado la simpatía de buena parte de los italianos hartos de la corrupción y los privilegios de la casta política.
El deslumbrante delfín de Grillo "es muy popular entre los militantes y su fuerza radica precisamente en ser diferente a Grillo, tanto por su forma de comunicar como por su apariencia", explicó a la AFP Alberto Castelvecchi, profesor de la Universidad Luiss de Roma.
En menos de 10 años, sin experiencia ni título universitario, Di Maio escaló rápidamente todos los peldaños del movimiento antisistema.
Inició su carrera en Nápoles, donde sufrió en 2010 su primera derrota, hasta llegar tres años después al Parlamento y ser elegido vicepresidente de la Cámara de Diputados a los 26 años.
Elegido en septiembre pasado como candidato para el cargo de primer ministro en unas controvertidas primarias realizadas 'on-line', en las que no tuvo rivales, el joven napolitano se ha transformado en el indiscutible líder de la nueva fuerza política del país.
"Es un moderado, tranquiliza a las madres", sostiene el periodista Jacopo Iacoboni en un libro en el que lo retrata como "una criatura creada por la firma de marketing Casaleggio Associati", la empresa de consultoría que administra el sitio web y las actividades del M5E.
Nacido el 6 de julio de 1986 en Avellino -en la región de Campania, en el sur del país-, creció en la pequeña localidad industrial de Pomigliano d'Arco, en las afueras de Nápoles.
Hijo de un empresario de la construcción afiliado al derechista Movimiento Social Italiano -los herederos del dictador fascista Benito Mussolini-, y de una madre profesora de latín y griego, fue considerado siempre un "buen muchacho".
Dotado de una notable calma, Di Maio rechaza como peyorativa la definición de populistas que suelen darle los analistas a los dirigentes del M5E.
Para consolidar su imagen de hombre moderado, ha realizado varios viajes al exterior, se ha reunido con estudiantes estadounidenses de Harvard, así como con inversores de Londres.
También ha suavizado las posiciones del movimiento con respecto a una eventual salida de la Unión Europea (UE), y no descarta aliarse con otros partidos, quebrando una de las reglas más severas que se ha dado hasta ahora el movimiento.
5. Silvio Berlusconi - Forza Italia
Silvio Berlusconi, una de las figuras más controvertidas y a la vez populares de Italia, protagonista de innumerables escándalos sexuales, judiciales y políticos, regresa a los 81 años al ruedo de la política como el gran "resucitado", para dar nueva vida a la derecha italiana.
"Tiene más vidas que un gato", reconoció Matteo Renzi, líder del Partido Democrático, y principal rival en esta campaña política.
El multimillonario político, que forjó su fortuna de la nada llegando a ser una de las mayores de Europa, reapareció con un rostro acartonado tras someterse a varias operaciones de cirugía plástica, el pelo teñido y un fuerte fondo tinta para cubrir los varios liftings y retoques.
"Es un combatiente excepcional. Ha sobrevivido a todo, tanto personal como políticamente", comentó el politólogo Giovanni Orsini.
El ex Cavaliere, cuya muerte política ha sido decretada en numerosas ocasiones, dejó atrás los escándalos judiciales y sexuales que ha protagonizado desde que llegó a ser primer ministro en 1994 y se presenta ahora como un padre de la patria, sabio y bueno, el hombre de la estabilidad, un árbitro con experiencia para guiar desde "la sombra" al país.
Desde la sombra porque la Corte de Justicia Europea lo inhabilitó para ejercer cargos políticos y el Senado italiano lo expulsó en 2013, después de que la justicia lo condenara definitivamente por fraude fiscal en uno de sus numerosos juicios.
6. Pietro Grasso - Libres e Iguales
El líder de la coalición de izquierdas Libres e Iguales (LeU) para las elecciones de Italia de este domingo, Pietro Grasso, fijó como sus prioridades cuestiones relacionadas con la inmigración y el mundo laboral, en el acto de cierre de campaña.
En Palermo, en la isla de Sicilia de la que es originario y de donde hace años fue fiscal antimafia, Grasso dijo ante miles de personas que la experiencia de LeU -formada con algunas fuerzas políticas de izquierda y miembros escindidos del Partido Demócrata (PD) de Matteo Renzi- está siendo "bella".
"Ha sido una bella experiencia. pero estamos solo al principio, queremos un partido que sea de izquierda. Desde el 5 de marzo estaremos todos comprometidos en construir un nuevo partido", indicó el político, presidente del Senado la pasada legislatura.
Aseguró que en el nuevo Parlamento su "primera batalla" será aprobar la ley que reconoce la nacionalidad a los hijos de extranjeros nacidos en Italia, una de las tareas pendientes del curso pasado.
También fijó como prioridades derogar la reforma educativa y la laboral de Renzi, sobre todo por la eliminación del artículo 18 del Estatuto de Trabajadores que protege de despidos improcedentes, y apostó por la reconversión ecológica del sistema productivo nacional.
Grasso reiteró que no pactará la formación de un gobierno con la derecha de Silvio Berlusconi ni con el PD de Renzi, a quien acusó de "alejar de la izquierda" a su partido.
lsm