Un grupo de hombres armados crea una milicia, se reúnen en secreto y planean secuestrar una gobernadora e iniciar una guerra civil…
Parece un argumento de una película de acción de tercera, pero acaba de pasar en Estados Unidos.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) anunció este jueves que había frustrado un complot para secuestrar y derrocar a la gobernadora demócrata de Michigan, Gretchen Whitmer, que era visto por sus organizadores como el preludio de un movimiento civil mayor.
Según informó el FBI, seis hombres de los 13 detenidos planeaban celebrar un "juicio por traición" contra Whitmer, que se ha convertido en un objetivo de los escépticos del coronavirus después de promulgar estrictas medidas de mitigación de la pandemia que fueron anuladas por un juez la semana pasada.
"El odio, la intolerancia y la violencia no tienen cabida" en Michigan, dijo Whitmer en una conferencia de prensa.
La gobernadora vinculó el complot en su contra con la retórica del presidente Donald Trump, quien, según dijo, ha pasado los últimos meses "avivando la desconfianza, fomentando la ira y dando consuelo a quienes propagan el miedo, el odio y la división".
Whitmer recordó que Trump no condenó explícitamente a los supremacistas blancos en el primer debate presidencial la semana pasada y calificó los comentarios que hizo entonces (pidió a una milicia estar "preparada") como un "grito de guerra" para los grupos de odio.
El FBI explicó que estuvieron al tanto de los planes luego de que una fuente encubierta asistiera a una reunión en junio en Dublin, Ohio, donde una milicia de Michigan llamada los"vigilantes de Wolverine" discutió el derrocamiento de gobiernos estatales "que creían que estaban violando la Constitución de Estados Unidos".
"Varios miembros hablaron sobre asesinar 'tiranos' o 'tomar' a un gobernador en funciones", dice el documento de acusación.
En un video grabado durante el encuentro, uno de los sospechosos cuestionó el papel del estado a la hora de decidir cuándo reabrir los gimnasios durante el cierre del coronavirus.
De acuerdo con el FBI, la milicia quería reunir a unos "200 hombres" para asaltar el edificio del capitolio local y tomar rehenes, incluida la gobernadora.
Esperaban poner en práctica su plan antes de las elecciones presidenciales de noviembre.
Si eso fallaba, planeaban atacar a la gobernadora en su casa, según las autoridades.
Los acusados "coordinaron la vigilancia de la residencia de vacaciones de los gobernadores", dijo el fiscal federal para el distrito occidental de Michigan, Andrew B. Birge.
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Agregó que también planearon ataques con cócteles molotov contra agentes de policía, compraron una pistola eléctrica y juntaron fondos para adquirir explosivos y equipo táctico.
De acuerdo con el FBI, los principales sospechosos son seis hombres, cinco de Michigan y uno de Delaware, que serán acusados en un tribunal federal por planear el secuestro.
Los detenidos fueron nombrados como Adam Fox, Barry Croft, Kaleb Franks, Daniel Harris, Brandon Casert y Ty Garbin, cuya casa en fue allanada por las autoridades el miércoles.
Los otros siete enfrentan cargos de terrorismo y delitos relacionados con pandillas en un tribunal estatal en relación con el presunto complot de secuestro.
Whitmer se volvió objeto de numerosas críticas luego de que impusiera estrictas medidas locales para controlar el coronavirus, que provocaron manifestaciones y llevaron a hombres armados que se oponían al encierro a irrumpir en el capitolio estatal.
En ese entonces, Trump dio a entender su apoyo a los manifestantes, tuiteando "LIBÉRATE MÍCHIGAN".
El viernes pasado, la Corte Suprema del estado dictaminó que Whitmer no tenía la autoridad legal para emitir órdenes ejecutivas de emergencia y que esa responsabilidad le correspondía a la legislatura del estado.
Tras el fallo, el abogado que argumentó el caso ante el tribunal recomendó a los ciudadanos "quemar sus mascarrillas", una de las medidas de protección que las autoridades de salud dicen que son necesarias para evitar la propagación del covid-19.
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Los acusados realizaron entrenamiento con armas en varios estados y, en ocasiones, intentaron crear bombas, dice el FBI.
La fiscal general de Michigan, Dana Nessel, dijo que, aparte de los cargos de secuestro, el estado acusará a siete miembros de los "vigilantes de Wolverine" de afiliación a una pandilla y de brindar apoyo material a terroristas.
Según Nessel, los miembros de la milicia "esperaban comenzar una guerra civil".
"Los agentes del orden de Michigan están unidos en nuestro compromiso de erradicar el terrorismo en cualquier forma y tomaremos medidas rápidas contra cualquiera que busque causar violencia o daño en nuestro estado", dijo el coronel Joe Gasper, director de la Policía del Estado de Michigan.
En los últimos años, numerosos incidentes violentos han sido relacionado con grupos de milicias ciudadanas en Estados Unidos.
Los adherentes, que a menudo son hombres blancos, a veces blanden armas durante las protestas.
El Departamento de Seguridad Nacional advirtió esta semana en un informe anual que la supremacía blanca violenta era la "amenaza más persistente y letal" para Estados Unidos.
Joe Biden, quien se postula para presidente contra Trump, condenó a las milicias como "una amenaza genuina" y criticó a su contrincante por alentarlas.
"Las palabras de un presidente importan", dijo, y agregó: "¿Por qué el presidente no puede simplemente decirles que se detengan".
lsm