Enfrentado a un impasse político, Yoon Suk-yeol decidió arriesgarlo todo. En una medida que sorprendió al mundo, el presidente surcoreano anunció, cuando en el país era madrugada del miércoles, su decisión de imponer “ley marcial de emergencia”, acusando a la oposición de ser pronorcoreana. ¿Quién es Yoon y qué lo llevó a hacer una apuesta tan arriesgada?
Yoon se convirtió en presidente en 2022, de la mano del Partido del Poder Popular (PPP). Sin embargo, no llegó con la fuerza esperada, al derrotar a su rival, Lee Jae-myung, líder del Partido Demócrata (PD), por apenas 0.7 puntos porcentuales, lo que convirtió las elecciones en las más cerradas desde 1987.
La cuesta arriba de Yoon sólo empeoró con las elecciones de abril de 2024, que dejaron el control del Parlamento en manos de la oposición.
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Una carrera meteórica
Nacido el 18 de diciembre de 1960 en Seodaemun, Yoon es hijo de profesores universitarios y se crió en Yeonhui, considerado entonces un barrio próspero de Seúl. Es licenciado en Derecho por la Universidad Nacional de Seúl.
En 1994 se estrenó como fiscal e inició una meteórica carrera a lo largo de la cual sentó en el banquillo a importantes políticos liberales y conservadores o a líderes de grandes empresas como Hyundai o Samsung.
Con la llegada a la presidencia de Moon Jae-in en 2017, fue nombrado jefe de la Oficina Fiscal del Distrito Central de Seúl, donde se encargó de condenar a penas de cárcel a los expresidentes conservadores Lee Myung-bak y Park Geun-hye.
En 2019 se convirtió en fiscal general, cargo desde el que decidió llevar a juicio por corrupción al entonces ministro de Justicia, Cho Kuk, lo que le valió enemistades del Partido Democrático (PD) de Moon y sus seguidores.
Después de que la sucesora de Cho en el cargo, Choo Mi-ae, intentara inhabilitarle a finales de 2020 y de que Yoon lograra que un tribunal reconociera la irregularidad del procedimiento, dimitió en marzo de 2021.
Con su ascenso a la presidencia, Yoon y su partido esperaban un respiro. Pero la trayectoria del mandatario en la lucha contra la corrupción se vio ensombrecida por escándalos que lo involucran a él y a su esposa en tráfico de influencias.
El escándalo se centra en afirmaciones de que Yoon y la primera dama Kim Keon Hee ejercieron una influencia inapropiada sobre el PPP para elegir a un cierto candidato para postularse en una elección parlamentaria parcial en 2022 a solicitud de Myung Tae-kyun, un intermediario electoral y fundador de una agencia de encuestas que realizó encuestas de opinión gratuitas para Yoon antes de que se convirtiera en presidente.
Kim fue señalada, además, por haber aceptado un bolso de lujo de Dior. Yoon tuvo que disculparse, diciendo que su esposa debería haberse comportado mejor, pero ha negado haber incurrido él en actos indebidos. Otros escándalos involucran a altos cargos de su gobierno.
Enfurecidos, los surcoreanos lo castigaron en las urnas en 2024, tras tacharlo de “incompetente” y " desconectado de los problemas económicos del pueblo“.
La gota que derramó el vaso para Yoon fue la aprobación, impulsada por el PD, de unos presupuestos generales para 2025 con múltiples recortes, además de mociones para destituir al fiscal general y al responsable de la Junta de Auditoría e Inspección, encargada de monitorizar las cuentas de los organismos públicos y a los que la oposición señala de orquestar una persecución contra Lee, favorito para ganar las elecciones del año que viene.
La aprobación de los presupuestos se hizo sin el apoyo del PPP, lo que enfureció a Yoon, quien acusó a la oposición de estar involucrada en “actividades antiestatales conspirando para una rebelión” y sugiriendo una alianza con Norcorea. Sin embargo no dio detalles, ni evidencia.
Error de cálculo
La declaración de ley marcial fue recibida con indignación por parte de los surcoreanos, que salieron a las calles a protestar.
Corea del Sur se convirtió en una democracia solo a finales de los años 80, y la intervención militar en asuntos civiles sigue siendo un tema delicado.
Durante las dictaduras que surgieron mientras el país se reconstruía tras la Guerra de Corea de 1950-53, los líderes ocasionalmente proclamaban la ley marcial, lo que les permitía estacionar soldados de combate, tanques y vehículos blindados en las calles o en lugares públicos para prevenir manifestaciones antigubernamentales.
Que Yoon haya invocado una ley así dejó a los surcoreanos en shock, la moneda desplomada y a la oposición advirtiendo el uso del miedo con fines políticos.
Yoon se quedó solo. Ni su partido lo apoyó en la declaración de ley marcial, y el Parlamento la revocó, algo permitido por la Constitución. Estados Unidos, que no fue advertido de los planes del mandatario surcoreano, de inmediato exigió respetar la decisión del Parlamento.
A Yoon no le quedó más remedio que levantar la ley marcial. Ahora, el mandatario queda en la posición más débil, señalado de “traición" y con el reclamo de que renuncie de inmediato.
*Con información de agencias
desa/mgm