Más Información
Videojuegos, el nuevo gancho del crimen para captar menores; los atraen con promesas de dinero y poder
Óscar Rentería Schazarino, ha operado contra CJNG, Viagras y Templarios; es el nuevo secretario de Seguridad en Sinaloa
Más de 200 niños huérfanos por el crimen organizado en Sonora, disfrutan su posada; "queremos que su Navidad sea más feliz"
De maestra de primaria a primera dama de Perú y, de ahí, al asilo en México pasando por una trama de acusaciones contra ella y su familia.
Así ha sido el último año y medio de Lilia Paredes, la esposa del expresidente Pedro Castillo, quien se encuentra detenido desde el pasado 7 de diciembre acusado de rebelión tras intentar disolver el Congreso de Perú y ser destituido por la misma cámara.
Este miércoles, Lilia Paredes aterrizaba junto a sus dos hijos en México, país que les ha concedido asilo político. Antes del vuelo, la familia de Castillo estaba en la embajada mexicana en Lima.
Viajaron después de que la cancillería les otorgara a Lilia y a sus hijos, Alondra y Arnold, un salvoconducto.
"No existe la persecución política", enfatizó la canciller peruana Cecilia Gervasi en una comperencia sin preguntas. Pero sí lanzó una advertencia, la de que, en cualquier momento, Perú puede solicitar la extradición de Paredes si así lo requiere.
Porque, la ex primera dama, de 49 años, es objeto de una investigación preparatoria "como coautora del delito de organización criminal".
Y no solo ella. También tres de sus seishermanos.
Acusaciones que Paredes rechaza, aunque insiste en su respeto por la justicia y su disposición a colaborar con ella.
"Silenciosa, sin influencia gravitante"
Lilia Paredes nació en abril de 1973 en Anguía, en la provincia de Chota (Cajamarca), uno de los departamentos más pobres del país.
En los medios locales la detallan como artesana, tejedora y ganadera. Y con un foco: la religión, ya que su familia pertenece a la Iglesia Cristiana del Nazareno.
Conoció a Castillo en la primaria y, tras unos años sin verse, retomaron el contacto en la educación secundaria. Llevan casados 21 años.
Hasta que Pedro Castillo fue elegido presidente de Perú en 2021, vivió en el campo de Chugur, a siete horas de Lima.
Allí se desempeñó como maestra y se involucró en labores del campo y ganadería.
"Nunca nos vamos a olvidar de dónde somos", dijo en la iglesia de la localidad poco antes de marchar a la capital peruana.
Ya en Lima, Paredes empezó su rol como primera dama con actos de corte social. También estuvo a cargo de la Oficina de Apoyo al Cónyuge del Presidente de la República.
"A diferencia de otras primeras damas [de Perú], Lilia ha tenido un perfil bajo, no ha tenido mucha exposición pública", le cuenta a BBC Mundo el periodista peruano Martín Riepl.
Y ha sido, dice, "silenciosa, no ha tenido una influencia gravitante", como por ejemplo sí tuvo en su día Nadiene Heredia, "el poder detrás del poder de Ollanta Humala".
Muy activa en redes, aún no ha eliminado de su perfil de Twitter su papel de primera dama de la Nación.
La acusación
Paredes no estuvo en el radar periodísitico, explica Riepl, hasta que la justicia la llamó a declarar por los casos de corrupción en los que, en principio, solo estaba involucrada una de sus hermanas, Yenifer.
En agosto un fiscal del Equipo Especial contra la Corrupción del Poder, señaló a Paredes como parte de una red encargada de conceder obras públicas para el beneficio de su familia junto a sus hermanos y el empresario Hugo Espino.
"Se considera que es la coordinadora dentro de la organizacion criminal que encabezaría Pedro Castillo y la trama es relativa a la adjudicación de obras publicas a través del Ministerio de Vivienda, cuyo extitular Geiner Alvarado tiene un impedimento de salida" con impedimento de salida", señala Riepl.
Tras una audiencia en octubre, donde la fiscalía dijo que, de probarse la participación de Paredes, podría recibir una pena de entre 8 años y 10 años con cuatro meses de cárcel efectiva, el juez impuso una serie de restricciones a la ex primera dama.
Concretamente, someterse a control mensual ante la fiscalía, reportar sus actividades y no ausentarse de su localidad de residencia sin permiso judicial. Todo ello durante 36 meses.
Así que, cuando Paredes solicitó asilo ante México tras la detención de su marido, no estaba claro si podría, efectivamente, salir de Perú rumbo al país norteamericano.
Antes del anuncio del salvoconducto emitido por la cancillería peruana, la Sala de Apelaciones de la Corte Superior Nacional de Justicia anuló las restricciones que tenía Paredes.
"Su asilo genera cierto debate [en Perú] desde el punto de vista de que se está dando salida a alguien sobre el que pesa una investigación por corrupción. Pero es la madre de los dos menores, si les da a ellos asilo para que salga de un ambiente políticamente polarizado, agresivo, es muy difícil que no estén con ninguno de sus padres", sostiene el periodista peruano.
Los varones: Walter y David
Paredes no es la única de su familia que está dentro de la investigación que se conoce en Perú como "caso Anguía".
La fiscalía también señaló a Walter y David, los hermanos varones de Lilia, por los delitos de lavado de activos y organización criminal.
En el caso de David, de 32 años, se investiga el uso de una empresa para hacer el expediente técnico de unas obras en la provincia de Chota. Walter, de 40 años, está en la mira por haber hecho unos presuntos pagos con el mismo fin.
Ambos, según la audiencia del pasado octubre, podrían enfrentar una condena de 16 años de cárcel.
Hasta esta semana, David y Walter tenían las mismas restricciones que su hermana Lilia, es decir, el control mensual ante fiscalía, el reporte de sus actividades y no ausentarse de su residencia sin permiso del juez.
Además, ellos tenían prohibición de acudir al Palacio de Gobierno, a las sedes de los ministerios de Transportes y de Vivienda así como a varios municipios donde, supuestamente, se cometieron estas irregularidades.
Pero, como con la ex primera dama, la justicia anuló estas restricciones.
Lee también: Perú entrego a México expediente judicial de Lilia Paredes, esposa de Pedro Castillo
Yenifer, como una hija
De los hermanos Paredes, Yenifer, la menor, es como una hija para el matrimonio Castillo. La joven de 26 años se crió con la pareja desde niña.
Para la fiscalía de Perú, Yenifer supuestamente cumplía un rol distinto en la trama del "caso Anguía", en concreto, el de cabildera.
Según el Ministerio Público era ella quien presuntamente captaba a los diferente alcaldes con el objetivo de que los proyectos en sus municipios se aceleraran y los conectaba con distintos propietarios de empresas ficticias, creadas y dirigidas por personas cercanas al expresidente Castillo, para obtener los contratos de obras públicas.
Las medidas preventivas contra Yenifer sí fueron más allá y, en agosto, un juez ordenó 30 meses de prisión preventiva en su contra mientras seguía la investigación.
Yenifer se entregó después de que las autoridades registraran su casa y el palacio del presidente y tras la difusión por parte de la acusación del Estado de un polémico video donde se ve a la cuñada de Castillo haciendo gestiones para construir una obra de saneamiento en una localidad aunque no ocupaba ningún cargo público.
Estuvo recluida en el penal de Mujeres de Chorrillos hasta octubre, cuando un juez revocó la medida y fue puesta en libertad con restricciones, que, por ahora, incluyen no ausentarse de su domicilio sin notificación al Ministerio Público y acudir puntualmente ante las autoridades en caso de que se le solicite.
Lee también: Exprimera dama de Perú, Lilia Paredes, agradece "preocupación permanente" del gobierno de AMLO
Una historia de familias corruptas
En el caso de Lilia Paredes, aún en investigación preparatoria, el presunto delito pudo darse en "aparente colusión con pequeños empresarios y gobernadores locales" en el oriente y norte del Perú, en zonas cercanas a Cajamarca, "ámbitos por los que ella se ha movido", sostiene Riepl.
Este tipo de tramas se han dado anteriormente en las altas esferas de Perú.
"Nadine Heredia (mujer de Ollanta Humala) está procesada por actos de corrupción, su juicio ya está en etapa oral y también estuvo en prisión preventiva; Eliane Karp, primera dama de Alejandro Toledo, también está investigada por corrupción y a la espera de si se resuelve la solciitud de extradición de Perú a EE.UU, donde ambos viven", explica Riepl.
"No es algo nuevo que la familia presidencial y presidentes estén en casos de este tipo", reafirma.
Lee también: Lilia Paredes ya está en México tras recibir asilo político: ¿Perú pudo negarse a darle el salvoconducto?
Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, Qatar 2022 y muchas opciones más.
vare
Recuerda que puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.