El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la nominación de Kirstjen Nielsen como nueva secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), una figura moderada y mano derecha de su predecesor y actual jefe de gabinete, John Kelly.
Nielsen es la "número dos" del jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, un general retirado que ejerció él mismo como secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, entre el 20 de enero y el 31 de julio, cuando pasó a dirigir el Gobierno de Trump en un cargo equivalente al de primer ministro en Europa.
Con la salida de Kelly, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos quedó en manos de Elaine Duke, quien protagonizó una sonada polémica al usar la expresión "buena noticia" para hablar de la devastación que provocó el huracán María en Puerto Rico , donde se han registrado más de 40 víctimas mortales.
Nielsen es una persona muy cercana al general Kelly, quien ha tratado de agilizar las operaciones del Gobierno e imponer cierta disciplina en una Casa Blanca agitada por constantes escándalos.
Abogada de profesión, Kirstjen Nielsen ya trabajó en el departamento de Seguridad Interior durante el gobierno de George W. Bush (2001-2009).
El DHS ha estado en el centro de las promesas de Trump para detener la inmigración ilegal, implementó su difunta prohibición de entrada a visitantes de seis países musulmanes, y se encargó de su promesa de construir un muro en la frontera con México.
También coordinó la respuesta federal a la reciente serie de huracanes que golpearon la costa del Golfo de México, Florida y Puerto Rico, en este último bajo fuerte critica de las autoridades locales.
En la Casa Blanca, Nielsen ha sido percibida como el "brazo ejecutor" de Kelly en temas de disciplina, según narran medios locales, como The Washington Post y el diario Político.
Los detractores de Nielsen en la Casa Blanca consideran que era demasiado brusca y que se mostraba indiferente ante las peticiones del personal, mientras que sus aliados afirman que ella solo trataba de profesionalizar las operaciones del Gobierno e imponer una rutina más eficiente.
Antes de trabajar en la Casa Blanca, Nielsen ejerció como jefa de gabinete de Kelly en el Departamento de Seguridad Nacional y le acompañó en algunos de sus viajes al extranjero, como a México, en donde formó parte de la comitiva estadounidense que se reunió con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
La aprobación de Nielsen dependerá del Senado, donde necesita una mayoría de 50 votos.
Percibida como una persona competente, independiente y con experiencia, Nielsen parece que no tendrá problemas para conseguir el respaldo de la Cámara alta, donde los republicanos cuentan con una mayoría de 52 escaños, mientras que los demócratas tienen a su favor el voto de 48 senadores.
lsm