La activista paquistaní Malala Yousafzai, ganadora del premio Nobel de la Paz , anunció el pasado martes que había contraído matrimonio.
La noticia fue una sorpresa, pues se desconocía que Malala, de 24 años y quien apenas en julio pasado expresó sus dudas sobre el matrimonio, tuviera pareja.
Malala
, defensora del derecho de las mujeres a la educación y cuyo activismo la colocó al borde de la muerte tras ser atacada en 2012 por los talibanes que controlaban el Valle de Swat, donde ella vivía en Paquistán, sólo informó que el nombre de su hoy esposo es Asser.
Se trata de Asser Malik , quien de acuerdo con su perfil en Linkedin es desde mayo de 2020 Gerente General de Alto Rendimiento en la Junta de Criquet de Paquistán, con residencia en el distrito de Lahore, Punjab, en Paquistán. Desde allí ha impulsado a equipos femeniles.
El perfil lo describe como empresario, con historial de trabajo en la industria deportiva.
Antes de dirigir la Junta de Criquet, trabajó en la Superliga de Paquistán (PSL) Multan Sultans, como director de operaciones. Es, además, fundador y dueño de una franquicia de la liga amateur, llamada Last Man Stands (LMS) en Paquistán.
Aunque se desconoce cuándo iniciaron su relación, en Twitter se conocen al menos desde 2018. Un tuit que Asser retuiteó en agosto de ese año muestra a Malala apoyando a jugadores paquistaníes que su actual marido llevó a Reino Unido para participar en la LMS World Series.
En su cuesta de Instagram, Malik subió una foto del día de su boda con Malala, acompañada con un emoji de corazón.
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“Hoy marca un día precioso en mi vida. Asser y yo nos casamos para ser compañeros de por vida”, escribió Malala en su cuenta de Instagram el martes, donde posteó varias fotos de la boda.
“Celebramos una pequeña ceremonia de nikkah en casa en Birmingham (Reino Unido) con nuestras familias. Envíenos sus oraciones. Estamos emocionados de caminar juntos en el viaje que tenemos por delante”, agregó la joven, quien desde el ataque se mudó con su familia a Reino Unido, donde fue sometida a diversas cirugías de reconstrucción facial por el daño que le dejó la agresión de los talibanes.
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agv
