París/La Habana.— De París a la Habana, miles de personas se manifestaron ayer para conmemorar el Día del Trabajo y exigir mejores condiciones laborales y salarios.

En su mayoría, se trató de manifestaciones pacíficas que impactaron por su tamaño masivo, luego de dos años de suspensión por la pandemia de coronavirus. Sin embargo, hubo momentos de tensión.

En Francia, los manifestantes gritaron consignas contra el presidente Emmanuel Macron, lo cual podría marcar la pauta de su segundo periodo tras su reciente reelección.

En París surgieron las tensiones luego de que algunos manifestantes destrozaron vidrios de bancos, un restaurante de comida rápida y una agencia de bienes raíces, aparentemente obra de hombres enmascarados y vestidos de negro. La policía intervino y arrojó gases lacrimógenos, pero eso no impidió que una mujer atacara a un bombero que intentaba apagar un incendio callejero.

El ministro del Interior, Gerald Darmanin, informó de hasta 45 personas detenidas. Ocho policías resultaron lesionados, señaló, y se refirió a los que cometieron los actos de violencia como “rufianes” que intentaban “detener el derecho a manifestarse”.

“Derecha o izquierda, poco importa, lo que queremos es un cambio para los obreros”, dijo a la AFP Marcel Evrard, de 61 años, hijo de un minero comunista que votó por el candidato de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, en la primera vuelta de las presidenciales francesas.

Pero en la segunda vuelta votó por la ultraderechista Marine Le Pen, sobre todo para “bloquear” la reelección del centrista Emmanuel Macron y su proyecto de aplazar la edad de jubilación hasta “los 65 años”.

La manifestación, compuesta por sindicatos y partidos de izquierda, sucedió en medio de una creciente fractura social en Francia, achacada a las medidas de Macron.

“No espero nada de nada del nuevo mandato de cinco años de Macron, sólo espero que haya escuchado el mensaje que le dimos y que no le abra una autopista a la extrema derecha”, alertó Dominic, de 61 años y jubilado del sector eléctrico y del gas.

A cinco semanas de las elecciones legislativas, los mensajes que circularon en la protesta fueron también de tintes electorales, sobre todo por el intento de la izquierda de unirse en una candidatura común para lograr buena presencia en la Asamblea que contrarreste el poder de Macron.

En Rusia, una caravana de automóviles organizada por los sindicatos del país que apoyan la invasión de Ucrania llegó a Moscú luego de recorrer el país para conmemorar el Día del Trabajo. También hubo protestas, que derivaron en arrestos de manifestantes en contra de la guerra y transeúntes. El aumento de la inflación y los temores de una posible escasez de alimentos a causa de la lucha en Ucrania sembraron el descontento en todo el mundo.

El retorno de las masas

En América, las manifestaciones comenzaron temprano en Cuba, con el tradicional desfile, que regresó luego de dos años suspendido por la pandemia, con más de 50 mil personas coreando consignas y portando carteles a favor del gobierno.

El exgobernante Raúl Castro, retirado totalmente de la vida política en 2021, manifestó su “alegría” y “esperanza” en su sucesor al frente del gobierno cubano y el Partido Comunista (PCC, único legal), Miguel Díaz-Canel.

“Tengo, como millones de cubanos, esperanzas (...) en las nuevas generaciones dirigiendo el partido y especialmente por el presidente”, declaró Castro, quien abogó por “seguir batallando”.

Chile vivió una de las jornadas más álgidas, pues al menos tres personas resultaron heridas de bala durante una marcha convocada en el céntrico barrio de Estación Central, cuando un grupo de personas disparó contra los manifestantes. Dos personas fueron detenidas.

En Venezuela, mientras unos 200 trabajadores protestaron en Caracas para exigir al gobierno mejores condiciones laborales que incluyan un “salario digno”, el respeto a los convenios colectivos y el cese de la “persecución”, el presidente Nicolás Maduro aprobó un “bono único” de 10 mil bolívares, (2 mil 227 dólares al cambio oficial), para aquellos trabajadores que se jubilaron entre el 1 de enero de 2018 y el 1 de mayo de este año. Lo propio hizo en Bolivia el presidente Luis Arce, quien oficializó un alza salarial para millones de trabajadores.

En Estados Unidos, la necesidad de la ciudadanía para millones de migrantes indocumentados impulsó a miles de personas a sumarse a más de 35 marchas y concentraciones en distintos puntos del país.

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