El frío extremo que afecta a Estados Unidos esta semana no solo pone a las personas a tiritar sino que a algunos también los sacude.
Desde el martes, el Medio Oeste de EU soporta los efectos de un vórtice polar, una masa de vientos helados giratorios que descendieron del Ártico y que han causado que en algunos lugares de ese país, la temperatura caiga hasta los -48 ºC.
Hasta el viernes, al menos 21 personas habían muerto por causas relacionadas con este fenómeno.
Mientras tanto, residentes de los estados de Ohio, Illinois y Pensilvania, en el norte de EU, aseguran haber escuchado fuertes ruidos provenientes del suelo, según medios locales.
Los científicos creen que detrás están los criosismos o "sismos de hielo".
¿Qué tienen que ver los temblores con el frío?
Cuando llueve o nieva en algún lugar, grandes cantidades de humedad se depositan en el subsuelo.
Un descenso dramático de la temperatura hace que esta humedad se convierta en hielo y se expanda (debido a que, al ser menos denso que el agua líquida, ocupa más espacio).
"Esta expansión continua impone una gran cantidad de presión en el suelo congelado y la roca circundante", dicen Steven Battaglia y David Shannon en un estudio difundido por la revista Weatherwise en 2015 citado por un artículo de Forbes publicado el viernes.
"Una vez que la presión es demasiado fuerte, se libera violentamente, se fractura la superficie y se produce un fuerte ruido cerca a la rotura", señalan Battaglia y Shannon.
Para que esto ocurra, debe haber muy poca o nada de nieve en la superficie, de lo contrario los copos protegen al suelo de los cambios súbitos de temperatura, según explica un artículo de la revista Live Science publicado el miércoles.
Michelle Tebbetts, residente de Dillsburg, Pensilvania, experimentó un sismo de hielo durante este vórtice polar, según contó a la cadena local WHP-TV.
"Sonó como si se hubiera caído un mueble grande", dijo.
Según Steven Tebbetts, otro residente de Dillsburg, estos sismos "suenan como un 'boom' o una explosión y producen un pequeño remezón en la casa".
Si estos fenómenos tienen efectos parecidos a los temblores, ¿pueden ser medidos por los sismógrafos?
En los terremotos se mueven las placas tectónicas de la tierra, a kilómetros de profundidad, mientras que los sismos de hielo son mucho más superficiales.
Además, los criosismos son demasiado débiles como para que los detecte un sismógrafo, según explicó el geólogo Jeri Jones de Jones Geological Services en 2018 al periódico estadounidense USA Today.
"No son muy fuertes, por lo general no causan mucho movimiento y solo se pueden escuchar a una distancia de unos 100 metros (como si uno escuchara un camión pasando cerca a la casa)", señaló el geólogo.
Ahora puedes recibir notificaciones de BBC News Mundo. Descarga nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.