La primera ministra británica Liz Truss renunció este jueves, reconociendo lo inevitable luego de un turbulento mandato de seis semanas en que sus políticas trastocaron los mercados financieros y una rebelión en su partido la dejó sin autoridad.
“No puedo cumplir con el mandato sobre el cual fui elegida”, declaró Truss, quien se vio obligada a abandonar muchas de sus políticas económicas y perdió el control de la disciplina dentro de su Partido Conservador.
Sólo un día antes, Truss había prometido permanecer en el poder y dijo que era "una luchadora y no una renunciante".
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Su salida deja dividido al partido y en busca de un líder que pueda unir a sus facciones rivales.
Truss se reunió con el jefe del grupo de diputados conservadores sin cartera, Graham Brady, responsable de organizar las mociones de censura interna y las elecciones de nuevos líderes.
Acordaron que habrá una elección de liderazgo dentro de la próxima semana.
Declaró que esto asegurará "que nos mantengamos en el camino para cumplir con nuestros planes fiscales y mantener la estabilidad económica y la seguridad nacional de nuestro país".
Liz Truss adelantó que permanecerá como primera ministra hasta que se elija un sucesor . También dijo que habló con el Rey Carlos III para notificarle que renuncia como líder del Partido Conservador.
Foto: AP
Algunos medios calculaban que más de 50 parlamentarios, de 357 que tienen los conservadores en la Cámara de los Comunes, podrían haber escrito ya a Brady, para expresar su falta de confianza en la líder.
La ira de los legisladores creció después de que una votación del miércoles por la noche sobre la fracturación hidráulica del gas de esquisto, una práctica que Truss quería reanudar a pesar de la oposición de muchos conservadores, produjo escenas caóticas en el Parlamento .
La Cámara de los Comunes vivió escenas de enfado, y se acusó a los jefes de partido de emplear tácticas duras para lograr votos. El legislador laborista Chris Bryant dijo que “vi a miembros ser maltratados físicamente... e intimidados". Los responsables conservadores negaron que hubiera habido malos tratos.
Además se rumoreó que la jefa de disciplina del partido, Wendy Morton, y su mano derecha habían renunciado, pero horas más tarde, la oficina de Truss dijo que seguían en sus cargos.
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Foto: AFP
Entre los posibles sucesores están Rishi Sunak, exsecretario del Tesoro que perdió ante Truss en la última ronda de la carrera por el liderazgo conservador; Jeremy Hunt, al frente del ministerio de Economía, Penny Mordaunt, ministra de Relaciones Parlamentarias, incluso Boris Johnson , el predecesor de Truss que dimitió acorralado por una serie de escándalos.
Mordaunt declaró que "mantendrá la calma y continuará" y alienta a otros a hacer lo mismo.
Sin embargo, Hunt ha confirmado que no se presentará como el próximo líder conservador y primer ministro del Reino Unido.
Si un nuevo primer ministro puede obtener una mayoría en la Cámara de los Comunes, tiene el derecho constitucional de servir hasta que legalmente se lleven a cabo las próximas elecciones generales, recordó la BBC.
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Mientras, el líder del Partido Laborista británico, Keir Starmer, en la oposición, exigió la convocatoria de elecciones generales "ahora" después de que la primera ministra anunciara su dimisión.
"El Partido Conservador ha demostrado que ya no tiene mandato para gobernar. Después de 12 años de fracaso conservador, el pueblo británico se merece algo mucho mejor que esta puerta giratoria del caos", afirmó Starmer en una declaración.
Una elección nacional no tiene que celebrarse sino hasta 2024.
Con información de agencias
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