Ahora que el primer anunció que dejará el poder, la pregunta es: ¿Qué sigue?

La elección del primer ministro tendrá dos etapas. Primero, los conservadores deben elegir un nuevo líder, dado que Johnson renunció, con carácter inmediato, a la dirigencia, haciendo realidad lo que se conoce como Borixit.

Hasta ahora, sólo Tom Tugendhat, presidente del comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes, se ha lanzado oficialmente como aspirante a reemplazar a Johnson.

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Sin embargo, un sondeo de YouGov da como favorito al ministro de Defensa, Ben Wallace, de 52 años, seguido por Penny Mordaunt, de 49 años, exministra de Defensa y actualmente secretaria de Estado de Comercio Exterior.

Los parlamentarios expresan sus preferencias entre todos los candidatos en una serie de votaciones secretas hasta que sólo quedan dos.

Son entonces los miembros del partido quienes deciden entre los finalistas, que llevan a cabo una campaña de varias semanas por todo el Reino Unido. No siempre el favorito es el que gana.

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El proceso puede extenderse meses, incluso hasta octubre, cuando el partido celebra su congreso anual. El 21 de julio, además, el Parlamento interrumpirá sesiones seis semanas, por el verano.

Dado que el Partido Conservador tiene mayoría en el Parlamento, será al nuevo líder a quien la reina Isabel II pedirá formar nuevo gobierno.

Para acelerar el trámite se podría convocar a elecciones anticipadas, un escenario poco probable porque los conservadores saben que llevan las de perder. Las elecciones británicas están programadas en enero de 2025. Los laboristas saben que la situación actual les favorece y por eso piden no sólo un cambio de cabeza, sino un “cambio real de gobierno”.

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