Una prueba nuclear fallida que terminó en una explosión y causó al menos siete muertos el pasado jueves en el Ártico disparó las preguntas sobre el arma con la que Rusia estaba experimentando.
La agencia nuclear estatal rusa, Rosatom, reconoció que los cinco ingenieros nucleares empleados por la compañía que fallecieron y otros tres que resultaron heridos estaban probando un motor nuclear.
Además, el Ministerio de Defensa confirmó que dos militares murieron en el mismo suceso "como consecuencia de la explosión del motor experimental de combustible líquido".
Pero Rosatom no especificó el sistema específico involucrado en la prueba, que se realizó en una plataforma naval en el océano Ártico sin ofrecer más detalles técnicos.
La explosión fue seguida por un pico de radiación de 40 minutos en Severodvinsk, una ciudad a 40 km al este del campo de pruebas de Nyonoksa, junto al Mar Blanco.
Los niveles de radicación alcanzados en Severodvinsk, según sus autoridades, son demasiado pequeños para causar enfermedad por radiación.
Expertos en Rusia y Occidente dijeron que la prueba probablemente estaba relacionada con el misil conocido como Burevestnik 9M730, que significa "petrel", un tipo de ave marina.
Este misil ya fue probado con anterioridad por Moscú. Según dijo en 2018 el presidente ruso, Vladimir Putin, este cohete tendría un alcance "ilimitado" y sería indetectable para los sistemas antimisiles.
Pero ¿qué se sabe de esta arma y qué otras pudo haber usado Rusia en su prueba fallida?
Los cinco ingenieros nucleares que murieron eran expertos de "élite" y "héroes" que sabían de los riesgos y habían realizado pruebas previas en "condiciones extraordinariamente difíciles", dijo Valentin Kostyukov, alto funcionario de Rosatom.
Después de que los ingenieros completaran las pruebas, de repente se produjo un incendio y el motor explotó, arrojando a los hombres al mar.
Rosatom dijo que la prueba había involucrado una "fuente propulsora de radioisótopos".
Luego de la explosión, las autoridades de Severodvinsk reportaron un alza en el nivel de radiación durante 40 minutos.
Ante la noticia, los residentes de este lugar cercano al área de pruebas fueron a comprar pastillas de yodo, que ofrecen cierta protección contra la radiación.
El aumento de radiación llevó a expertos nucleares en EE.UU. a sospechar que la prueba implicó un misil de propulsión nuclear como el Burevestnik.
Antes de la prueba, el Ministerio de Defensa había impuesto una zona de exclusión en la Bahía Dvina, frente a las costas de Severodvinsk.
La zona permanecerá cerrada al transporte civil hasta principios de septiembre.
El Burevestnik 9M730 es un misil de crucero de propulsión nuclear, que Rusia ha estado probando al menos desde finales de 2017.
La OTAN lo designa como SSC-X-9 Skyfall.
El arma es similar al misil Tomahawk estadounidense, pero posee una planta de energía nuclear "superpoderosa" de pequeño tamaño en el interior.
El presidente Putin habló del misil Burevestnik en un discurso ante el parlamento ruso en marzo de 2018, al describir un grupo de armas de guerra a las que calificó como "invencibles".
Putin dijo entonces que el Burevestnik era un nuevo tipo de arma estratégica que no utiliza rutas de vuelo balísticas en su camino hacia el objetivo, lo que significa que los sistemas de defensa antimisiles serían inútiles contra este.
De acuerdo al líder ruso, la propulsión nuclear del Burevestnik le otorgaría un alcance "ilimitado".
En julio de 2018, el Ministerio de Defensa ruso mostró un video en el que se veía al Burevestnik utilizando un motor nuclear, lo que le daría efectivamente un alcance "esencialmente ilimitado".
Pero en la grabación no se veía bien el misil, escondido debajo de lonas.
En febrero pasado, Putin aseguró que las pruebas del Burevestnik se estaban desarrollando de manera "existosa".
Mark Galeotti, analista ruso en el Instituto Real de Servicios Unidos (RUSI), un centro de investigación británico, dijo que la propulsión nuclear plantea enormes desafíos técnicos.
"La velocidad se opone al peso del sistema, y está el riesgo de un misil que arroja gases radiactivos donde sea que vaya", explicó Galeotti a la BBC.
"Estos nuevos sistemas tienen su origen en la época soviética: han sido retirados de los estantes y se les ha dado un nuevo uso", añadió.
Pero la explosión del jueves podría haber involucrado armas diferentes, igualmente capaces de transportar ojivas nucleares:
Mark Galeotti, de RUSI, dijo que "hay mucho escepticismo sobre si el misil Burevestnik alguna vez verá la luz".
El experto señaló que otro misil ruso de última generación, el Bulava, "tuvo muchos años de pruebas fallidas".
Los proyectos de los misiles Zircón y Poseidón van más avanzados. Ya existe un prototipo del dron submarino Poseidón.
Pero Poseidón, como el Burevestnik, parece ser un arma "apocalíptica", opinó Galeotti, poco práctica para nada que no sea una guerra nuclear total.
En julio, el periódico oficialista del gobierno de Rusia, Rossiiskaya Gazeta, describió el Burevestnik como "un arma de venganza".
Esa fue también la frase utilizada por los nazis para describir sus cohetes "V", lanzados contra Reino Unido a fines de la Segunda Guerra Mundial.
El periódico dijo que el Burevestnik apuntaría a cualquier infraestructura vital restante después de que los misiles balísticos intercontinentales de Rusia ya hubieran golpeado territorio enemigo.
Con el reciente colapso del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), Estados Unidos ahora se centrará más en "desarrollar el arsenal de alcance intermedio, algo que se queda corto para una guerra total", dijo Galeotti.
El incidente ocurre pocos días después de que Estados Unidos concretara su salida del INF, lo que aumenta el temor de una nueva carrera armamentista entre ambos países.
El INF, firmado en 1987, prohibía los misiles de corto y mediano alcance lanzados desde tierra, con un rango de entre 500 y 5.500 km.
Aunque este acuerdo no hubiera cubierto al Burevestnik (por no ser de corto ni mediano alcance), Dave Cullen, director del Servicio de Información Nuclear de Reino Unido, dijo este lunes al periódico The Guardian que la prueba fallida era "sintomática de una escalada en las tensiones nucleares derivadas de un colapso gradual en las relaciones entre EE.UU. y Rusia".
"Rusia está tratando de rectificar lo que cree que es una desventaja estratégica que tiene frente a EE.UU., mediante el desarrollo de capacidades no convencionales", añadió.
Galeotti, de RUSI, también dijo que "los militares rusos estaban preocupados por China", que no ha sido parte del INF y que ha ido desarrollando nuevas armas de alta tecnología, hasta el punto de desafiar el poderío de EE.UU. o Rusia en algunos aspectos.
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