Nueva York.- Más de 130 expedientes judiciales se desprecintaron el viernes en una demanda en la que está implicado Jeffrey Epstein, y proporcionan aún más detalles sobre los abusos sexuales del difunto financiero a chicas menores de edad y sus interacciones con celebridades.

El último lote de documentos incluía extractos adicionales de testimonios de personas que trabajaron para Epstein, copias de mensajes telefónicos que recibió —incluido uno del productor de cine Harvey Weinstein— y un montón de memorandos legales con abogados en los que se discutía quién podría haber sido llamado como testigo en su caso, si alguna vez llegaba a juicio.

No se apreciaron de momento nuevas revelaciones, y muchos de los documentos incluían material que ya había sido objeto de muchas noticias sobre Epstein y sus víctimas. Pero, al igual que otros documentos hechos públicos anteriormente en juicios relacionados con Epstein, permiten echar un vistazo al exclusivo mundo en el que vivía.

Todos los documentos están relacionados con una demanda por difamación que una de las víctimas de Epstein, Virginia Giuffre, interpuso en 2015 contra la novia del millonario, Ghislaine Maxwell, acusada por varias mujeres de ayudar a Epstein a reclutar víctimas menores de edad. Maxwell cumple una condena de 20 años de prisión.

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Los elementos de la última serie

Estos son algunos elementos de la última serie de documentos publicados:

Los documentos publicados el viernes incluyen la declaración de 2009 de un antiguo encargado de la casa de Epstein en Palm Beach, Florida, que habló de cuánto tiempo pasaba el financista con el príncipe Andrés, el miembro de la realeza británica que era amigo de Maxwell desde hacía mucho tiempo.

Juan Alessi testificó que “el príncipe Andrés pasaba semanas con nosotros” y que, cuando los visitaba, recibía masajes diarios en la mansión.

Alessi dijo que Andrés se quedaba en el dormitorio principal de invitados, que describió como “la habitación azul”. Recordó haber visto a la exesposa de Andrés, Sarah Ferguson, en una ocasión, pero “no creo que durmiera allí”.

Alessi también dijo haber visto a otras celebridades, entre ellas Donald Trump y “un montón de reinas y otros famosos que no recuerdo”.

Trump, cuyo club Mar-a-Lago también está en Palm Beach, iba a cenar a casa de Epstein, dijo Alessi, pero “nunca se sentaba a la mesa”, sino que cenaba con Alessi en la cocina. Al preguntarle si Trump recibió alguna vez masajes, respondió: “No. Porque tiene su propio spa”.

Alessi, que trabajó en la casa de Epstein de 1990 a 2002, declaró en el juicio de Maxwell de 2021 que vio “muchas, muchas, muchas” mujeres adultas jóvenes, a menudo en topless junto a la piscina. También admitió haber robado 6.300 dólares del escritorio de Epstein.

El príncipe Andrés fue criticado públicamente cuando aparecieron fotos suyas visitando a Epstein en Nueva York, incluso después de que el financiero fuera encarcelado en Florida por un delito sexual.

Giuffre demandó a Andrés, acusándolo de haber abusado sexualmente de ella cuando tenía 17 años. Andrés dijo que no recordaba haber conocido a Giuffre. La demanda se resolvió en 2022 sin llegar a juicio, pero las acusaciones dañaron su reputación pública y llevaron a Andrés a retirarse de algunos deberes reales.

The Associated Press no suele nombrar a las personas que dicen ser víctimas de abusos sexuales a menos que hayan hecho pública su historia, como Giuffre.

Un documento hecho público el viernes contiene copias de mensajes telefónicos que Epstein recibió, anotados a mano por empleados, en 2004, un año antes de que la policía de Palm Beach empezara a investigar las acusaciones de que pagaba a chicas menores de edad por sexo.

En aquella época, Epstein llamaba la atención por codearse con ricos y poderosos, ofreciendo viajes gratis en su jet privado a celebridades como el expresidente Bill Clinton y el actor Kevin Spacey.

Los mensajes telefónicos, aunque en su mayoría mundanos, dan una pequeña muestra de esas relaciones.

“Tenía al teléfono al Sr. Harvey Weinstein”, dice un mensaje sobre una llamada perdida.

Weinstein, entonces una personalidad de Hollywood, formaba parte de un grupo inversor en medios de comunicación que incluía a Epstein. Weinstein sería acusado años después de violar y agredir sexualmente a mujeres del mundo del espectáculo y cumple largas penas de prisión tras ser condenado en Nueva York y Los Ángeles.

El portavoz de Weinstein no respondió por el momento un mensaje enviado en busca de comentarios el viernes.

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También hay varios mensajes sobre llamadas perdidas de Jean-Luc Brunel, un agente de modelos francés cercano a Epstein. Brunel estaba a la espera de juicio por acusaciones de violar a chicas menores de edad cuando se suicidó en una cárcel de París en 2022.

Cuando Epstein fue investigado inicialmente por la policía de Palm Beach en 2005, los detectives hablaron con varias chicas de una escuela secundaria de la zona que dijeron que les habían pagado dinero por dar masajes a Epstein.

Tony Figueroa, que trabajó como conductor para Epstein y una vez salió con Giuffre, habló sobre el proceso de reclutamiento de esas chicas durante su declaración de 2016.

“Jeffrey nos daba 200 dólares a cada uno por cada una que traíamos”, dijo. “Yo conseguía amigas con las que iba a la escuela y las llevaba allí y las presentaba, y luego simplemente me iba”.

Dijo que Maxwell también le llamaba de vez en cuando, “pidiéndome que consiguiera chicas”.

Figueroa ha contado la misma historia en entrevistas con los medios de comunicación en los años transcurridos desde aquella declaración.

La tormenta legal a la que se enfrentaban Epstein y Maxwell se capta bien en un correo electrónico del 11 de enero de 2015 de su abogado Philip Barden, que se refería a Maxwell como “G”, y a Epstein como “JE”.

Los exhortó a dar una fuerte respuesta pública a las afirmaciones de Giuffre porque el silencio era un “suicidio de reputación”.

“Ahora se informa que G cometió abusos directos, como me temía que ocurriría. A continuación se presentarán informes a las autoridades”, escribió Barden en un mensaje a una persona cuyo nombre estaba tachado, con copia a Maxwell en la misiva.

“Es necesario, desde el punto de vista del litigio, de la investigación y de la reputación, emitir un desmentido contundente. Puedo entender por qué JE no quiere esto, ya que puede que no le convenga, pero él ya está frito”, añadió.

Cuatro años después Epstein se suicidaría en una celda de la cárcel tras ser detenido en julio de 2019 acusado de tráfico sexual. Pasarían dos años más antes de que un jurado en Nueva York determinara que Maxwell ayudó a Epstein a reclutar y atraer a chicas adolescentes para abusar sexualmente de ellas y que, en ocasiones, participó en los abusos.

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