Estados Unidos
tiene este martes las elecciones de medio término , conocidas como midterms.
En esta ocasión se elegirán a todos los miembros de la Cámara de Representantes (435 asientos) y un tercio del Senado (35 curules).
Además, en 36 estados se votará por gobernador.
Además de la importancia que estas elecciones tendrán en el Congreso de Estados Unidos, la votación también se considera un “referéndum” sobre el presidente del país, en esta ocasión, Donald Trump .
Según un análisis de Gallup, los presidentes con baja popularidad -como es el caso de Trump - pierden en las midterms una media de 37 asientos en la Cámara de Representantes . Todos los sondeos apuntan en esa dirección: si no fallan, los demócratas lograrán tener de vuelta el control de la cámara baja sin problemas.
En el Senado, sin embargo, la cosa es diferente. Actualmente 51 escaños son republicanos y 49 demócratas. De ese total, 35 escaños están juego y
26 pertenecen a los demócratas y 9 a los republicanos. Se ve poco probable que los demócratas logren conservar todos los asientos, lo más probable es que los republicanos mantengan una mínima ventaja y el control, pero una cámara de cada color no es nada bueno para el mandatario.
El país también elige a 36 gobernadores, en estados tan importantes o significativos como Florida , además de miles de cargos estatales y locales.
La elección de las gobernaciones, aunque menos suculenta o brillante que las del Congreso de la capital, tiene este año un premio escondido de mucho valor. Con el censo a la vuelta de la esquina, previsto para 2020, se asoma el nuevo dibujo de los distritos electorales en función de población: tener el poder en los estados permitirá ser la mano dibujante y, por tanto, usar el conocido “gerrymandering” a su favor.
La elección de este martes puede deparar muchas “primeras veces”. Andrew Gillum, demócrata de Florida, puede ser el primer gobernador negro de su estado. Stacey Abrams , también progresista, puede ser la primera gobernadora negra de la historia de los Estados Unidos si vence en Georgia.
Alexandria Cortez-Masto,
la joven sensación latina del progresismo, será la más joven nunca elegida en un Congreso que podría tener por primera vez mujeres musulmanas o mujeres representantes de los pueblos nativo-americanos.
Lo que ya se sabe es que estas serán las elecciones de medio mandato más caras de la historia: se han gastado más de 5 mil millones de dólares.
Una semana antes de las elecciones, más de 20 millones de personas ya habían votado por adelantado, especialmente adultos mayores y mujeres; estas últimas, se espera que sean una fuerza fundamental para entender el resultado final, energía que puede llevar a un nuevo “Año de la Mujer” como el de 1992.
La duda será hasta dónde llega esa energía, y si está complementada por los jóvenes, que se espera que acudan a las urnas en masa. Según el Harvard’s Kennedy School of Government, un 40% de los menores de 29 años dijeron que “seguro” votarán. Normalmente, la participación de este grupo rondaba el 20%.
ml