La segunda cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, terminó sin ningún acuerdo.
Washington, sin embargo, insiste en que el diálogo con Pyongyang continuará y en que el colapso del encuentro que tuvo lugar en Hanói, Vietnam, no es una gran decepción.
La BBC recopiló el análisis de varios expertos en asuntos de Corea del Norte sobre las implicaciones que puede tener cumbre y su repentino final.
La falta de acuerdo era previsible
La falta de un acuerdo se veía venir. De hecho, una lectura seria de las declaraciones públicas de Corea del Norte desde la cumbre de Singapur del año pasado habría revelado el problema central detrás de este resultado.
El día siguiente a la cumbre de Singapur, los medios estatales de Corea del Norte parafrasearon a Kim Jong-un diciendo que Pyongyang tomaría "medidas adicionales de buena voluntad" si Estados Unidos tomaba "medidas genuinas".
Para esa fecha, Corea del Norte había desmantelado su sitio de pruebas nucleares en Punggye-ri y había anunciado una moratoria de las pruebas nucleares y de misiles balísticos de alcance intercontinental.
Semanas más tarde, Corea del Norte también desmanteló de forma parcial y reversible un sitio para pruebas de misiles.
Cuando Kim se reunió con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, para una tercera cumbre en Pyongyang en septiembre pasado, los mandatarios mencionaron las instalaciones nucleares de Corea del Norte en Yongbyon como un ejemplo de algo que Corea del Norte pondría sobre la mesa a cambio de las "medidas correspondientes" de Estados Unidos.
Finalmente, el 1 de enero de este año, Kim Jong-un hizo lo mismo en su discurso de Año Nuevo: las medidas correspondientes conducirían al progreso en la relación diplomática entre Estados Unidos y Corea del Norte.
Esta frase fue malinterpretada para significar cualquier rango de concesiones de Estados Unidos, incluida una posible declaración para poner fin a la Guerra de Corea, cuando realmente significaba un alivio de sanciones.
El asunto es clave para Corea del Norte: Estados Unidos tendría que acordar el alivio de las sanciones por adelantado para que fluyan más concesiones sobre la desnuclearización. En efecto, Yongbyon permanecerá fuera de la mesa hasta que Estados Unidos disminuya las sanciones.
Trump confirmó que esto fue precisamente lo que causó la ruptura de las conversaciones, como lo dijo en su rueda de prensa en el segundo día de la cumbre de Hanói.
Mientras Washington no esté dispuesto a dar el primer paso en el alivio de las sanciones, este proceso probablemente permanecerá estancado. Cuanto más tiempo permanezca atascado, más probable es que colapse.
Se suponía que esta cumbre iniciaría un proceso en el cual los dos países tratarían de pasar a una relación más beneficiosas para todos, en lugar del modelo de suma cero, "yo gano, tú pierdes", que ha predominado desde siempre en las relaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos.
En ese sentido, hay que decir que todos perdieron.
Para Trump, sin embargo, esta será una pérdida que puede capear. Un "mal acuerdo", en el que hubiera concedido demasiado, habría inspirado años de debate y rechazo por parte de las élites de la política exterior de Estados Unidos.
Este desenlace, en cambio, es algo que se puede salvar a través de conversaciones, Trump volverá a casa y el ciclo de noticias seguirá su curso.
Este es el riesgo para Corea del Norte.
Es difícil lograr momentos de encuentro entre estos dos países y ahora hay muchas posibilidades de que Trump se distraiga con la política en Estados Unidos y se cierre esta puerta que se había abierto.
¿Quién sabe quién será el próximo presidente y a qué aspira con Corea del Norte?
El hecho de que Corea del Norte exigiera que se levantaran todas "todas las sanciones", como lo dijo Trump, sugiere que hay una creciente desesperación por parte de Pyongyang para lograr ese alivio y que consideran que cualquier otro acuerdo sería esencialmente inútil.
También es una gran vergüenza para el gobierno de Corea del Sur, que había planeado un gran anuncio sobre el "Futuro de la paz y la prosperidad de Corea" y tenía esperanzas de una mayor expansión de la cooperación con el Norte después de esta cumbre.
China y Rusia también se sentirán muy frustradas con este resultado.
Sin embargo, el ambiente en Pyongyang puede verse moderado por los comentarios de Trump, quien dijo que no aumentará las sanciones contra el país y que le "encantaría" que se eliminaran en un futuro cercano.
El mensaje es que si bien no habrá un alivio formal en el corto plazo, los días de "máxima presión" se han ido.
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