Más Información
Senado turna a congresos estatales extinción del Inai y seis órganos autónomos; Morena y aliados aprueban con mayoría
Reforma judicial no es una venganza de AMLO: Loretta Ortiz en Con los de Casa; representa elección de la ciudadanía
Por contrabando van por extinción de dominio de plaza de Izazaga; IMPI destruirá 90 mil piezas de productos pirata
“Vamos por todos los peces corruptos”; Raquel Buenrostro rinde protesta como secretaria de Función Pública
San Francisco.- Se hace llamar la red social “de la libertad de expresión” y promete no censurar y respetar la privacidad: Parler se ha alzado como el ojito derecho de los conservadores en Estados Unidos , que ven en ella la alternativa que tanto desean a las “sesgadas” Twitter y Facebook .
Sin embargo, Apple , Amazon y Google la vetaron en las últimas horas, ante su negativa a regular contenidos que incitan a la violencia. El veto se produce tras el asalto al Congreso protagonizado por simpatizantes del presidente saliente, Donald Trump , y deja el futuro de Parler en el aire.
La red social ha crecido de forma muy importante en los últimos meses, al convertirse en refugio de figuras de la extrema derecha cuyos contenidos incumplen las normas contra el discurso de odio y la violencia de plataformas como Twitter o Facebook, y de conservadores que ven a los gigantes de internet como sesgados en su contra.
El gran “boom” para Parler llegó después de las elecciones del pasado noviembre, fecha desde la que ha duplicado sus usuarios hasta los 10 millones, según la empresa. Aún es una cifra minúscula si se compara con los 340 millones de Twitter o los 2 mil 740 millones de Facebook.
La red social no prohíbe el discurso de odio ni tiene ningún tipo de filtro contra las informaciones falsas, aunque sí veta el spam y actividades ilegales.
Esa apuesta, que ha sido su gran baza, podría condenarla ahora a desaparecer o a convertirse en algo marginal ante la presión de los gigantes de Silicon Valley.
Primero fue Google, el pasado viernes, que retiró la aplicación de Parler de su tienda virtual y en la noche del sábado, Apple le siguió los pasos, tras haber dado a la empresa 24 horas para implementar un plan de moderación en su plataforma.
“Siempre hemos apoyado que haya puntos de vista diversos representados en la App Store, pero en nuestra plataforma no hay sitio para las amenazas a la violencia o las actividades ilegales. Parler no ha tomado medidas adecuadas para responder a la proliferación de estas amenazas a la seguridad de las personas”, señaló la empresa en un comunicado.
Apple dijo que mantendrá a Parler -que asegura que ha reforzado su moderación para tratar de eliminar contenidos de incitación a la violencia- fuera de su tienda de aplicaciones hasta que resuelva este asunto.
Mientras, Amazon informó a Parler que a partir de la noche de este domingo dejará de darle servicios de alojamiento web, lo que supondría que la red social quede inaccesible para sus usuarios a menos que encuentre un nuevo proveedor, no sólo a través de su aplicación para móviles sino también a través de navegadores web.
La decisión de Amazon, adelantada por el medio Buzzfeed, responde según la compañía a una violación de sus términos de uso por no eliminar contenido violento.
Parler se ha convertido rápidamente en un altavoz de numerosas teorías de la conspiración y fue uno de los canales principales en la organización de las protestas que terminaron con el asalto al Capitolio.
Desde entonces, en la red se pueden leer numerosos mensajes llamando a nuevos disturbios, animando a ciudadanos a acudir armados a protestar en Washington o pidiendo la ejecución de figuras políticas.
En un mensaje en la red social, el consejero delegado de Parler, John Matze, denunció que las medidas contra su plataforma son un “ataque coordinado de los gigantes tecnológicos para acabar con la competencia”.
En Parler se pueden encontrar cuentas de políticos conservadores como Ted Cruz y Devin Nunes o a personalidades de Fox News como Sean Hannity y Tucker Carlson.
Ellos mismos llevan meses animando a sus seguidores a abandonar Twitter y Facebook y sumarse a Parler. “Me enorgullece sumarme a Parler, una plataforma que entiende lo que es la libertad de expresión (...) Hablemos libremente y terminemos con la censura de Silicon Valley”, escribió en Twitter el senador Cruz, una de las figuras más destacadas en Parler.
La empresa fue creada en 2018 en Henderson (Nevada), lejos del área de la bahía de San Francisco, donde se encuentra la mayoría de sus competidoras, y aunque había venido experimentando un crecimiento sostenido desde entonces, el verdadero “boom” se produjo desde las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre.
Y aunque está copada por sus fans y existen decenas de cuentas en su nombre, la mayor ausencia en Parler es la del propio presidente saliente estadounidense, que a diferencia de su hijo Eric Trump o de su abogado personal, Rudy Giuliani, no tiene cuenta verificada en Parler.
Una interfaz similar a la de Twitter
A nivel de interfaz y de funcionamiento, Parler es muy parecida a Twitter: los tuits pasan a llamarse “parleys”; los retuits son bautizados como “echoes”; se puede comentar en ellos y crear hilos de conversación y la página principal muestra una sección de tendencias y un apartado de cuentas sugeridas a las que seguir.
Las diferencias se centran en cuestiones como el límite de caracteres por mensaje (en Parler es de mil en lugar de los 280 de Twitter) y, sobre todo, la promesa de que no se eliminarán contenidos o sancionarán cuentas salvo que se esté cometiendo un crimen o se esté enviando spam.
Estos son los únicos dos principios recogidos por la “guía comunitaria” de Parler, mucho más limitados que los existentes tanto en Twitter como en Facebook que, entre otras cosas, prohíben los discursos del odio o las incitaciones a la violencia, y cuya controvertida aplicación ha desatado la ira de los conservadores.
Así, en Parler resulta habitual encontrar insultos, imaginario nazi, amenazas, racismo, sexismo y teorías conspirativas de todo tipo (QAnon es uno de los motivos de conversación más recurrentes), algo que en el resto de plataformas se persigue activamente y puede llegar a costar la expulsión de los internautas.
Cuando eso ocurre, su siguiente destino es Parler. “Prohibido en Twitter” es uno de los eslóganes que más orgullosamente repiten los usuarios en sus perfiles de la red social de "la libertad de expresión".