Tras asumir la presidencia de Argentina, Javier Milei -el primer economista que lidera el país- dio un discurso desde las escalinatas del Congreso en el que hizo un duro diagnóstico de la economía local y advirtió que realizará un drástico recorte del gasto público que generará “estanflación”.
“No hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al shock. Naturalmente, eso impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes”, señaló durante su primer mensaje como jefe de Estado.
“Habrá estanflación, es cierto, pero no es algo muy distinto a lo que ha pasado en los últimos 12 años”, afirmó.
¿Qué es la estanflación y por qué Argentina la viene padeciendo hace tanto, según Milei?
Se trata de una palabra que combina inflación alta con estancamiento económico. Y suele provocar creciente desempleo.
El término es una traducción del concepto inglés "stagflation", que fue acuñado en la década de 1960 cuando el fenómeno impactó a la economía británica.
Es considerado por los especialistas como un desafío difícil de resolver dado que se encarece el costo de la vida y al mismo tiempo no hay crecimiento, por lo que sus efectos son devastadores.
Por otra parte, las políticas para salir del estancamiento suelen agudizar la inflación.
Es lo que advirtió Milei, quien señaló ante sus militantes en la Plaza de Mayo que “a corto plazo la situación empeorará”.
Sin embargo, el flamante mandatario aseguró que su fórmula para resolver el problema -un profundo ajuste- será “el último mal trago para comenzar la reconstrucción de Argentina”.
“Luego veremos los frutos de nuestro esfuerzo, habiendo creado las bases de un crecimiento sólido y sostenible en el tiempo”, afirmó.
El nuevo presidente también resaltó que en realidad el país viene padeciendo una estanflación desde 2011, ya que desde entonces el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita “ha caído 15% en un contexto donde acumulamos 5.000% de inflación”.
“Por lo tanto, hace más de una década que vivimos en estanflación”, explicó.
Durante su discurso, Milei enumeró las dificultades económicas que recibe del gobierno saliente, encabezado por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, y que -a su entender- representan la peor herencia de la historia argentina.
El mayor escollo, dijo, es el déficit fiscal y externo que equivalen a 17 puntos de PIB.
“Por lo tanto, no existe solución viable en la que se evite atacar al déficit fiscal”, aclaró, antes de explicar que su plan es recortar 5 puntos del gasto público y frenar la emisión de dinero, “la única causa de la inflación empíricamente cierta y válida en términos teóricos”.
Milei prometió que será “un ajuste ordenado y que caiga con toda su fuerza sobre el Estado y no sobre el sector privado”.
“Sabemos que será duro”, agregó, citando una frase del expresidente Julio Argentino Roca.
“Nada grande, nada estable y duradero se conquista en el mundo cuando se trata de la libertad de los hombres y del agradecimiento de los pueblos si no es a costa de supremos esfuerzos y dolorosos sacrificios”.
Los críticos de Milei advierten que sus políticas afectarán uno de los pocos índices “positivos” que tiene Argentina: la tasa de desocupación, que, según los datos más recientes (del segundo trimestre de 2023), es del 6,2%, uno de los registros más bajos de su historia.
Muchos temen que la estanflación pronosticada por Milei aumente drásticamente esos niveles.
Aún está fresco el recuerdo de lo que fue la peor crisis de la historia Argentina, hace dos décadas, cuando el desempleo llegó a su registró máximo, del 24,1%.
Sin embargo, los partidarios del nuevo gobierno resaltan que la actual tasa de empleo esconde otra realidad: aunque hay empleo, los salarios son tan bajos que un tercio de los trabajadores hoy son pobres, destacan, algo que nunca antes había ocurrido en este país.
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