El Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC) aumentó este martes hasta un total de 67 los casos de botulismo iatrogénico detectado en el continente y relacionados con viajes a Turquía para someterse a operaciones de adelgazamiento, ¿por qué?
El botulismo es una enfermedad considerada grave, que se produce por ingerir alimentos contaminados con la bacteria Clostridium botulinum . Esta bacteria produce una neurotoxina que puede derivar en parálisis muscular y, en determinados casos, puede ser mortal.
De acuerdo con la Clínica Mayo, aunque poco común, el botulismo también puede contraerse por alguna herida a través de la cual entre la bacteria o inhalándola, pero por lo general la toxina que genera la Clostridium botulinum se encuentra en conservas caseras, embutidos, productos cárnicos y pescados en conserva.
El botulismo, subrayan los expertos, no se transmite de persona a persona. El tipo más frecuente de botulismo es el infantil, que ocurre cuando las esporas de la bacteria se multiplican en el tracto intestinal del bebé. Suele registrarse en bebés de dos a ocho meses de vida, aunque en algunos casos, este tipo de botulismo intestinal llega a afectar a adultos, señala la Clínica Mayo.
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¿Qué relación tiene con las terapias para bajar de peso?
Países como Turquía ofrecen el llamado turismo cosmético : terapias de adelgazamiento con inyecciones de toxina botulínica en el estómago para ralentizar la digestión.
Sin embargo, cuando se inyecta demasiada cantidad de esta toxina, o por ejemplo en el caso de falsificaciones, el paciente puede desarrollar lo que se conoce como “botulismo iatrogénico”; esto es, causado por un examen o tratamiento médico.
En Turquía se investiga a dos clínicas de cirugía estética que habrían utilizado inyecciones de toxina botulínica en el estómago para ralentizar la digestión en tratamientos contra la obesidad y cuyos pacientes terminaron afectados por el botulismo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) envió en agosto de 2022 una alerta por lotes falsificados de esas toxinas detectados en Jordania, Turquía, Kuwait, Reino Unido y Polonia, aunque por ahora se desconoce si estos lotes se utilizaron en los casos de botulismo registrados hasta ahora.
El Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) indica que se han detectado 12 casos en Alemania, 1 en Austria y Suiza y 53 en Turquía. Algunos de los pacientes han tenido que ser hospitalizados en terapia intensiva y son atendidos con la antitoxina contra el botulismo.
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¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas del botulismo por trasmisión alimentaria generalmente comienzan de 12 a 36 horas después de que la toxina ingresa al cuerpo, señala la Clínica Mayo. Incluyen: dificultad para tragar o para hablar; resequedad en la boca; debilidad facial en ambos lados del rostro; visión borrosa o doble; caída de párpados; problemas para respirar; náuseas, vómitos y calambres abdominales, además de parálisis.
Cuando el botulismo fue causado por una herida infectada, los síntomas aparecen alrededor de 10 días después de la infección, pero son similares a los de trasmisión alimentaria, excepto por la resequedad en la boca.
Cuando afecta a bebés, los síntomas que presentan, entre 18 y 36 horas después de que la toxina entró al cuerpo, son: estreñimiento, que suele ser el primer síntoma; movimientos desmadejados debidos a la debilidad muscular y a problemas para controlar la cabeza; llanto débil; irritabilidad, babeo, caída de párpados, cansancio; problemas para alimentarse y parálisis.
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