Después de meses de bloqueo político, el líder independentista Carles Puigdemont desistió este jueves de ser escogido presidente de Cataluña para facilitar la formación de un gobierno en esta región española liderado por un compañero de filas novel en política.

"Nuestro grupo propone al compañero diputado Quim Torra a la presidencia de la Generalitat " (el gobierno catalán ), anunció Puigdemont en un discurso grabado, tras más de medio año de control del gobierno español de esta región de 7.5 millones de habitantes.

Independentista convencido pero con apenas unos meses de diputado como único bagaje político, este editor de 55 años no tiene causas judiciales abiertas como los anteriores candidatos, por lo que podría ser investido la próxima semana por el Parlamento catalán controlado por los separatistas.

"Sea cual sea el candidato (...), el Gobierno de España recuerda que tiene la obligación de respetar la ley y estar en condición de cumplir con sus responsabilidades", se limitó a señalar una fuente del ejecutivo español de Mariano Rajoy, añadiendo que "Cataluña necesita un gobierno legal y efectivo".

Puigdemont renuncia a ser escogido presidente catalán y designa a un sucesor
Puigdemont renuncia a ser escogido presidente catalán y designa a un sucesor

ENTREGADO A LA INDEPENDENCIA

Nativo de la villa costera de Blanes, al norte de Barcelona , Torra se convirtió en un referente del activismo independentista , llegando incluso a presidir brevemente la influyente entidad separatista Omnium Cultural antes de unirse a la candidatura del " presidente Puigdemont ", Juntos por Cataluña , para las elecciones de diciembre.

Sin vinculación directa con ningún partido político, el principal aval del candidato es su independentismo sin matices: "Soy abogado, editor y he trabajado toda mi vida por la libertad de mi país", lanzaba en un anuncio electoral de Juntos por Cataluña.

"Honrado por la confianza recibida, acepto con responsabilidad y voluntad de servicio al país el encargo", reaccionó Torra en Twitter.

En su discurso, Puigdemont le encargó seguir construyendo la República Catalana proclamada sin efecto el 27 de octubre y respetar el resultado del referéndum ilegal del 1 de octubre, marcado por la violencia policial y ganado ampliamente por los independentistas pero con una baja participación.

Su designación no sentó bien entre la oposición, que recordó tuits de Torra ofensivos para los españoles, y lo calificó como uno de las figuras más sectarias dentro del independentismo.

PUIGDEMONT DENUNCIA "INTOLERANCIA" DE MADRID

A pesar de estar en Alemania pendiente de un proceso de extradición a España, que lo reclama por rebelión y otros delitos, Puigdemont no renunciaba a recuperar el cargo del que fue cesado el mismo 27 de octubre por el gobierno español de Mariano Rajoy .

La semana pasada, su grupo parlamentario Juntos por Cataluña, el más numeroso de la bancada independentista, consiguió aprobar una reforma legal para permitir una presidencia a distancia y lo propuso como candidato a la investidura.

Pero el miércoles la reforma fue suspendida por el Tribunal Constitucional tras un recurso del gobierno español.

Desde entonces, la renuncia de Puigdemont era inevitable para no provocar unas nuevas elecciones que deben convocarse si no hay presidente antes del 22 de mayo.

"El plazo para formar gobierno antes de convocar elecciones llega a su fin", recordó en su discurso. "Y ha quedado claro ante el mundo la intolerancia y la falta de respeto por las decisiones de los ciudadanos de Cataluña del gobierno del Estado", añadió.

La mayoría absoluta obtenida en las elecciones de diciembre no había servido a los independentistas para investir a sus candidatos predilectos.

Puigdemont no pudo hacerlo por estar en el extranjero y sus dos sucesores, Jordi Sánchez y Jordi Turull, no consiguieron permiso judicial para salir de prisión y defender su programa en el Parlamento.

Como otros siete líderes separatistas, estos dos últimos se encuentran en cárcel preventiva por dictado del juez del Tribunal Supremo que los procesó por rebelión por su implicación en el proceso de secesión.

La oposición en Cataluña y el gobierno central los acusan de haber dedicado los últimos meses a escoger deliberadamente a candidatos con problemas legales para hacerse las víctimas.

"Ni el Estado, ni el gobierno, ni los jueces, ni esta cámara tienen la culpa de que ustedes sean incapaces de formar un gobierno", reprochó Rajoy a un senador independentista durante un debate en la Cámara Alta española.

El presidente del Parlamento regional, el independentista Roger Torrent, anunció que el viernes empezará una ronda de contactos con los diferentes partidos antes de convocar la investidura de Quim Torra.

Su elección no debería deparar problemas: en principio dispone de 66 votos favorables (de su formación Juntos por Cataluña y del otro gran partido separatista Izquierda Republicana) frente a 65 contrarios y cuatro abstenciones de la facción más radical del independentismo.

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