Washington.— El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, afirmó ayer durante un mensaje ante el Congreso estadounidense que “el próximo año será un punto de inflexión” en la guerra.
En lo que es su primer viaje fuera de su país, Zelensky aseguró que “contra todo pronóstico y escenarios pesimistas, Ucrania no cayó. Ucrania está viva y coleando”.
“Ucrania se mantiene en sus líneas y nunca se rendirá”, declaró al acudir al Capitolio.
El mandatario afirmó ante los integrantes del Congreso y del gabinete del mandatario Joe Biden, la vicepresidenta Kamala Harris y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, que la ayuda financiera “no es caridad, es una inversión en la seguridad global.
“Es una batalla no sólo para la vida, la libertad y la seguridad de Ucrania y de cualquier otra nación que Rusia intente conquistar. Esto definirá el mundo en que vamos a vivir”, dijo confiado en que Ucrania ya se ha ganado el apoyo de la gente y ahora debe salir también victoriosa en el frente. Zelensky también habló sobre un viaje reciente al frente en Bakhmut, afirmando que “cada centímetro de esa tierra está empapado en sangre”.
Deseó a los estadounidenses una Feliz Navidad y dijo que muchos ucranianos celebrarán a la luz de las velas “no porque sea más romántico, sino porque no habrá electricidad”, por los bombardeos. Terminó el discurso con un “Feliz Navidad y Feliz Victorioso Año Nuevo”. Después entregó una bandera que trajo de la línea del frente y recibió una de EU.
Zelensky realizó una desafiante visita a Washington en tiempos de guerra para agradecer a los líderes estadounidenses y a los “estadounidenses comunes” por su apoyo en la lucha contra la invasión de Rusia y prometió que “no habrá compromisos” al tratar de poner fin a la lucha. El presidente Joe Biden y el Congreso respondieron con miles de millones en nueva asistencia y una promesa de ayudar a Ucrania a buscar una “paz justa”.
Biden dio la bienvenida a Zelensky en la Oficina Oval y dijo que Estados Unidos y Ucrania continuarían proyectando una “defensa unida”, mientras Rusia continúa un “ataque brutal contra el derecho de Ucrania a existir como nación”. Zelensky realizó su primer viaje conocido fuera del país desde que Rusia lo invadió en febrero, hace 300 días.
Presionado sobre cómo Ucrania intentaría poner fin al conflicto, Zelensky rechazó el marco de Biden de una “paz justa” y dijo: “Para mí, como presidente, la ‘paz justa’ no significa compromisos”. Declaró que la guerra terminaría una vez que se restauraran la soberanía, la libertad y la integridad territorial de Ucrania, así como la “recuperación de todos los daños infligidos por la agresión rusa”.
El mandatario ucraniano explicó que había abordado con el líder estadounidense la imposición de sanciones contra “el Estado terrorista de Rusia” para que “rinda cuentas” por la invasión, pero también consideró “muy importante encontrar una fórmula para la paz”.
“Hemos planteado pasos muy específicos para que Estados Unidos nos pueda ayudar a implementarla. Propusimos una fórmula para una cumbre de paz”, aseguró. No obstante, Zelensky reiteró que una negociación con Rusia no puede comprometer la integridad territorial de Ucrania e insistió en que el Kremlin debe reparar el daño por la invasión. “No puede haber sólo paz tras esta guerra que nos fue impuesta”, afirmó el mandatario ucraniano Zelensky.
Biden dijo que le correspondía a Zelensky “decidir cómo quiere que termine la guerra”.
Consideró que la única forma de que haya una negociación de paz es que los ucranianos venzan a los rusos, por lo que prometió que Estados Unidos seguirá armando al Ejército de Kiev.
El inquilino de la Casa Blanca encomió que Zelensky esté “abierto a buscar la paz” a diferencia del presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien “no tiene ninguna intención” de hacerlo.
Opinó que una eventual retirada rusa “no va a ocurrir por ahora”, de manera que Estados Unidos y sus aliados “continuarán ayudando a Ucrania a vencer en el campo de batalla”. “Cuando el presidente Zelensky esté dispuesto a hablar con los rusos, también tendrá éxito porque entonces habrá ganado en el campo de batalla”, sentenció Biden. Los dos líderes comparecieron ante la prensa en la Casa Blanca tras mantener una reunión.
Con motivo de esta visita, Biden ha ordenado el primer envío a Ucrania del sistema de defensa antiaérea Patriot, que Zelensky había pedido para enfrentar los bombardeos rusos.
Justo antes de su llegada, Estados Unidos anunció un paquete de ayuda militar de mil 800 millones de dólares para Ucrania.
El Congreso planeó votar un paquete de gastos que incluye alrededor de 45 mil millones de dólares en asistencia de emergencia para Ucrania. Biden afirmó que el envío del sistema de defensa antiaérea Patriot a Ucrania no debe ser interpretado como una escalada contra Rusia. “Es un sistema de defensa, no supone una escalada, es defensivo”, dijo Biden. Declaró que es “importante para el pueblo estadounidense y para el mundo escuchar directamente de usted, señor presidente, sobre la lucha de Ucrania y la necesidad de seguir unidos hasta 2023”.
Después de la reunión en la Casa Blanca, el presidente ucraniano viajó al Capitolio, donde brindó un discurso ante el Congreso que calificó como un “discurso para los estadounidenses”. La vicepresidenta Kamala Harris también asistió al mensaje en el Capitolio. Zelensky se reunió con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, antes del discurso, que el mandatario acabó diciendo: Ucrania logrará una “victoria absoluta”.