James Harding, ex director de BBC News desde el mes pasado, cree que los medios de comunicación se están equivocando en elegir las batallas y los enemigos a la hora de defender la libertad de expresión.

El informador británico, famoso por ser el director más joven del Times (con 38 años) y dejar la dirección de BBC News antes de los 50 para lanzar un pequeño portal digital, aún en preparación, expuso en la Fundación Rafael del Pino, en Madrid, su visión del periodismo en la sociedad digital.

“No creo que la gente seria deba dedicar mucho tiempo a pensar en las fake news”, comentó sobre un debate que considera “autoindulgente” por parte de los medios. “Es algo similar al spam en los primeros tiempos del correo electrónico: es un problema, pero se puede arreglar”.

En su opinión, los grandes problemas que deben resolver las cabeceras de comunicación si quieren seguir siendo útiles es terminar con el excesivo volumen de noticias, centrarse en encontrar historias que no sean repetidas y acabar con la homogeneidad de todas las redacciones del mundo.

Acerca de la sobreabundancia de noticias, dijo que en el panorama informativo “los árboles no dejan ya ver el bosque”, y recordó que cuando fue corresponsal del Financial Times, su diario producía 200 noticias al día; en su época de director del Times eran 400 diarias; y en la BBC, 4 segundos de noticias por cada segundo del día.

Harding también alertó del auge de la propaganda. “Lo preocupante es lo que el secretario de Prensa de [Vladimir] Putin, Dmitry Peskov, me dijo un día: ‘El mundo está en una guerra de la información’”. Para que las noticias independientes puedan circular, animó a los países de la Unión Europea a combatir el control estatal de los medios en muchos países.

El periodista aseguró que ésta es la mejor época para innovar en periodismo desde la llegada de la televisión. Se mostró muy satisfecho con las posibilidades informativas de los nuevos formatos, pero alertó de la necesidad de regular internet para que no perjudique a la sociedad.

“La era de internet está demostrando ser como otras revoluciones: moralmente desordenada”, reflexionó: “Ha empoderado al individuo, ha acelerado el intercambio de ideas, pero no ha redistribuido el poder y lo ha concentrado en muy pocas manos”.

Entre los cambios que considera fundamentales, está lograr que las grandes empresas de Silicon Valley (Facebook, Google, Apple...) trabajen en beneficio de la comunidad. Para ello propuso tres fórmulas: una importante autorregulación por parte de las tecnológicas, una regulación definida por los gobiernos y la creación de grandes plataformas digitales públicas.

“Creo que eso va a cambiar pronto. Aumenta la presión. Va a llegar una gran ola regulatoria si las compañías no toman la iniciativa”, dijo.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Más Información

Noticias según tus intereses