La adolescente palestina de 16 años Ahed Tamimi, juzgada por abofetear a un soldado israelí, permanecerá en prisión al menos dos días más, hasta que se decida si sale bajo fianza o se mantiene en prisión durante el proceso legal, esto a pesar de que organizaciones internacionales como Amnistía Internacional pidieron su liberación.
El caso de Tamimi fue conocido a nivel mundial luego de que se hiciera viral un video grabado con un teléfono celular, en el que se observa a la joven y a su prima Nor Nayi Tamimi, de 21 años, encarar a dos militares israelíes durante una protesta en Nabi Saleh, cerca de Ramala en Cisjordania.
En las imágenes observa cómo las jóvenes empujan a los soldados, les dan patadas y bofetadas, los militares permanecen inmóviles y finalmente se marchan sin responder.
El hecho ocurrió el pasado 15 de diciembre, en el marco de la ola de manifestaciones que se realizaron como protesta contra la decisión del presidente de Donald Trump de reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Ella fue detenida el día 19.
El caso de Tamimi ha generado controversia. Mientras sus acciones fueron repudiadas por los medios israelíes, la comunidad árabe alabó a la adolescente por su valentía, convirtiéndola en una figura simbólica de la resistencia palestina.
En el banquillo de los acusados se sienta también su madre, Nariman Tamimi, quien estuvo presente durante el incidente. Ambas enfrentan una condena de hasta 10 años en prisión ya que están acusadas de 12 cargos interpuestos por el gobierno israelí que incluyen asalto, provocación y agresión agravada.
“Nada de lo que Ahed ha hecho justifica que siga detenida teniendo 16 años. Las autoridades israelíes deben ponerla en libertad sin más dilación. Las imágenes de la agresión de una adolescente desarmada a dos soldados armados muestra que ella no suponía una amenaza real y que su castigo es claramente desproporcionado”, declaró Magdalena Mughrabi, directora de Amnistía Internacional en Medio Oriente.
Su abogada, Gaby Lasky, considera que Israel quiere usar su caso “para disuadir la resistencia a la ocupación”, según declaró ayer en la Corte militar israelí.
Escoltada por policías y con esposas en los talones, Ahed, entró en la sala de la prisión militar de Ofer, en el territorio ocupado de Cisjordania, donde escuchó los cargos que se le imputan, entre ellos asalto agravado.
Lasky basa su defensa en demostrar el trato discriminatorio que reciben los palestinos respecto a los israelíes que viven en colonias en Cisjordania ocupada.
“La diferencia es tan fuerte que incluso adultos que han hecho cosas más duras por las que está acusada Ahed han sido liberados”, sostuvo, ante lo que la Corte pidió dos días para deliberar si mantendrá a la menor en prisión o quedará en libertad hasta la celebración del juicio militar.
La joven está detenida desde el pasado día 19 de diciembre.
Ícono adolescente de la resistencia. Ahed Tamimi no es una desconocida para los palestinos: ya en 2012, una foto de la joven de largo pelo rubio blandiendo el puño hacia un soldado israelí se hizo viral, ganándose los elogios, entre otros, del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Tres año más tarde, en el verano de 2015, sus acciones tomaron mayor importancia cuando evitó el arresto de su hermano, quien había sido acusado de arrojar piedras al ejército israelí, mordiendo la mano del soldado que lo tenía inmovilizado, mientras que el resto de su familia lo sujetaba, de acuerdo con reportes de CNN.
Para muchos palestinos Tamimi es un ícono del desafío y la resistencia frente a la ocupación israelí de Cisjordania con sus protestas semanales en el pueblo de Nabi Saleh.
Sus detractores le han puesto el apodo de Shirley Temper, en referencia a la actriz infantil de pelo rubio rizado Shirley Temple y la palabra “temperamento”, alegando que la adolescente intenta provocar reacciones violentas de soldados para presentar a Israel como agresor.
“Perdió su infancia por la ocupación” israelí, declaró Bassem, el padre de la joven a DPA. “Debería ser jugadora de futbol, pero la ocupación ha cambiado su sueño para convertirla en abogada
o activista”.
Además del asalto al soldado, la fiscalía militar israelí la acusa de apoyar a través de videos los ataques con cuchillo.