Detonantes

El cóctel Covid-19-inflación-elecciones golpeó a Bolsonaro.

Tras confirmar el 25 de febrero de 2020 el primer caso del virus en América Latina y el Caribe, Brasil cayó a un caos sanitario. Bolsonaro minimizó la enfermedad y la definió como “gripecita” y el país pasó de un acumulado de 828 mil 810 pacientes y 41 mil 828 decesos al 13 de julio de 2020 a 21 millones 597 mil 949 contagiados y 601 mil 574 fallecidos a ayer, según datos oficiales.

Electo en 2018 para un primer cuatrienio, Bolsonaro asumió en enero de 2019 y busca reelegirse en octubre de 2022 para el segundo a partir de enero de 2023, pero cayó en un acelerado deterioro político por problemas con los combustibles. “No puedo orientar mejor el precio del combustible, pero cuando aumenta, la culpa es mía. Aumenta el gas, la culpa es mía”, alegó el presidente.

Pese a que, ya como jefe de Estado, rechazó privatizar Petrobras y defendió mantenerla como instrumento estratégico, el escenario cambió por el incremento en electricidad, gas, gasolina y otros combustibles y su impacto en el costo de la vida. En especial, la gasolina subió 40% en los últimos 12 meses.

Cifras oficiales mostraron que la inflación, que subió 1.16% en septiembre anterior para un aumento de 0.29% sobre el 0.87% de agosto de este año, registró el mes pasado un incremento de 10.25% anual y superó el 9.68% de los 12 meses previos.

En este escenario, Bolsonaro colocó a Petrobras en el foco de su atención.

Fundada en 1953 como estatal, Petrobras se convirtió a finales del siglo XX en semipública y, aunque el Estado brasileño preservó la mayoría accionaria, permitió la participación privada nacional y extranjera y se convirtió en una de las gigantes del mercado de los hidrocarburos. El Estado posee cerca del 64% de las acciones, que se negocian en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York y Madrid.

Consolidada como la empresa más grande de América Latina y el Caribe, Petrobras opera en 31 países de América, Europa, Asia y África en explorar y explotar petróleo y gas, producir, transportar, refinar, comercializar y distribuir hidrocarburos y sus derivados. También genera, transporta y distribuye energía eléctrica.

“Privatizar Petrobras tampoco solucionará el problema interno de que los c0mbustibles estén caros por el alza del petróleo en el mercado internacional”, aclaró a este medio el economista peruano Carlos Paredes, presidente en 2019 y 2020 de la estatal Petróleos del Perú (Petroperú).

“Esto no puede ser un tema de que como me critican y me molesto, privatizo. No. Si privatizo es por una estrategia sobre el rol del Estado en la economía. Uno vende las joyas de la abuela y decide no mantenerlas en un cofre viejo que se lo pueden robar, porque para esos recursos tiene usos alternativos que pueden crear bienestar”, subrayó.

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