Londres.— El escándalo que ha provocado la amistad del príncipe Andrés de Inglaterra con el financiero estadounidense Jeffrey Epstein, acusado de tráfico sexual de menores, ha llevado al hijo de la reina Isabel II a anunciar su retirada de la vida pública.

En un paso sin precedentes en la Familia Real británica en tiempos modernos, el duque de York, de 59 años, decidió renunciar por un plazo indeterminado a sus funciones para evitar dañar la imagen de la monarquía y de las empresas y organizaciones con las que colabora. El príncipe aseguró que está dispuesto a responder ante las autoridades pertinentes sobre el tráfico de menores que supuestamente organizaba Epstein, quien apareció ahorcado en su celda de Nueva York en agosto.

Una mujer estadounidense, Virginia Giuffre, sostiene que fue coaccionada por el millonario para mantener relaciones sexuales con Andrés cuando ella tenía 17 años, una acusación que él niega.

Aunque el estrecho vínculo del príncipe con Epstein es conocido desde hace tiempo, la presión mediática sobre el tercer hijo de la monarca británica ha arreciado en los últimos días a raíz de una larga entrevista con él que la BBC emitió el pasado fin de semana.

Diversos comentaristas subrayaron que el príncipe apenas mostró compasión por las víctimas de los abusos de Epstein y llegó a sugerir que su amistad fue beneficiosa para sus contactos empresariales.

Andrés aseguró, asimismo, en esa entrevista que no recuerda haber conocido a Giuffre y negó “categóricamente” sus acusaciones.

La mujer aseguró que mantuvo relaciones con el príncipe entre 2001 y 2002.

El príncipe admitió haberse hospedado varias veces en las residencias del empresario, pero subrayó que en ningún momento percibió un comportamiento inapropiado por parte de Epstein, condenado en 2008 a dieciocho meses de cárcel por tráfico sexual de menores. Al comunicar su renuncia a las funciones públicas, el príncipe expresó que lamenta “inequívocamente” su relación con el financiero.

Con la opinión pública en su contra, la situación de Andrés se volvió insostenible después de que el grupo de telecomunicaciones BT informara ayer de que dejará de trabajar con una organización dedicada al desarrollo digital mientras el hijo de Isabel II sea su patrón. El anuncio de BT se sumaba al de diversas empresas, organismos y universidades que en los últimos días se habían distanciado del príncipe. Horas después del anuncio de BT, y en el mismo día en el que la reina celebraba su 72 aniversario de boda, el palacio de Buckingham emitió una nota en la que Andrés comunicaba su renuncia.

La decisión del duque de York deja en el aire el futuro de Pitch@Palace, un proyecto personal del príncipe dedicado a promover las iniciativas de empresarios emprendedores que le había llevado a viajar alrededor del mundo en los últimos años.

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