El príncipe Andrés de Inglaterra , hijo de la reina Isabel II, anunció este miércoles que abandona "por ahora" sus "funciones públicas", tras verse involucrado en un escándalo por sus vínculos con el empresario estadounidense Jeffrey Epstein, acusado de tráfico sexual de menores.
"He preguntado a Su Majestad (la Reina) si podía retirarme de mis actividades públicas por tiempo indefinido, y ella me ha dado su permiso" anunció el príncipe en un comunicado.
El duque de York, de 59 años, admitió en un comunicado que sus circunstancias personales han supuesto un "importante trastorno" para la familia real británica.
"Continúo lamentando inequívocamente mis erróneos vínculos con Jeffrey Epstein ", indicó el príncipe, que asegura que ha recibido el beneplácito de la soberana británica, de 93 años, para alejarse de la vida pública.
Su amistad con Epstein, que apareció ahorcado en su celda de Nueva York el pasado agosto, ha causado controversia después de que el príncipe haya admitido que se hospedó varias veces en residencias del empresario.
Una mujer estadounidense, Virginia Giuffre, ha asegurado que fue forzada a mantener relaciones sexuales con el príncipe cuando tenía 17 años, algo que Andrés ha negado "categóricamente".
"Su suicidio (de Epstein ) ha dejado muchas preguntas sin responder, particularmente para sus víctimas. Compadezco profundamente a todos los que se han visto afectados y quieren que todo esto termine de alguna forma", afirma el príncipe en el comunicado.
"Solo puedo esperar que, con el tiempo, sean capaces de reconstruir sus vidas. Por supuesto, estoy dispuesto a colaborar con cualquier autoridad judicial apropiada", recalcó.
Después de la emisión, el sábado a la noche, de una larga entrevista concedida a la BBC, al príncipe se le reprocha no haberse distanciado de su amigo el financiero estadounidense Jeffrey Epstein -acusado de pedofilia y encontrado muerto en prisión- y de no haber expresado su simpatía hacia sus víctimas.
Andrés, de 59 años, se limitó a impugnar las acusaciones de que una mujer, contratada por Epstein , había sido obligada a tener relaciones sexuales con él cuando era menor de edad.
Desde la entrevista, las críticas y las deserciones se multiplican, sumiendo a la familia real en lo que algunos medios de comunicación no han dudado en llamar "un segundo +annus horribilis+", según una expresión de Isabel II.
La reina utilizó este término en 1992 para calificar el año pasado, que había visto a sus dos hijos separarse de sus esposas respectivas, a su hija Anne divorciarse y al castillo de Windsor, residencia real, arder.
El martes, varias empresas anunciaron que dejarían de patrocinar la asociación del príncipe Andrés .
lsm