El primer ministro saliente de Países Bajos, Mark Rutte, quedó este jueves como único candidato para dirigir la OTAN, después que el presidente rumano, Klaus Iohannis, se retirara de la carrera.
La designación de Rutte, de 57 años, deberá ser formalizada por el Consejo del Atlántico Norte -la instancia política de la OTAN- de aquí a la cumbre de la alianza militar prevista en julio en Washington.
De acuerdo con la presidencia de Rumania, Iohannis comunicó a los otros dirigentes de la OTAN su decisión de retirar su candidatura y que a partir de ahora su gobierno apoya a Rutte.
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El cargo exige la unanimidad de los 32 países de la alianza y Rutte, como único aspirante en carrera, parece haber alcanzado la cuenta.
Rutte funge actualmente como primer ministro interino de Países Bajos y dejará su puesto próximamente, cuando se instale un nuevo gobierno de coalición.
Veterano de la política europea, había conseguido rápidamente el apoyo de miembros fundamentales de la OTAN, como Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania.
Inicialmente, su nombre encontró resistencias por parte de Turquía, otra pieza fundamental de la OTAN, pero un viaje a Estambul logró que se pongan los cuestionamientos a un lado.
Las relaciones entre Países bajos y Turquía se habían deteriorado seriamente a partir de 2018, pero la diplomacia personal de Rutte superó esas dificultades.
Esta semana, durante una reunión informal de los dirigentes de la UE en Bruselas, Rutte también consiguió el apoyo del primer ministro de Hungría, Viktor Orban.
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El último obstáculo que quedaba en su camino era la sorprendente candidatura del rumano Iohannis, que este jueves decidió salir de escena.
El actual secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo recientemente que Rutte "tiene mucha experiencia, por ser primer ministro", y por ello tenía "certeza" que su designación sería "bueno para todos nosotros, para la OTAN y para mí mismo".
Rutte deberá substituir al frente de la OTAN a partir del 1 de octubre al noruego Stoltenberg, quien conduce la poderosa alianza militar desde 2014.
La llegada de Rutte al mando de la OTAN ocurrirá en un momento de extraordinaria delicadeza para la alianza, más allá de las presiones por la continuidad de la guerra en Ucrania.
En noviembre de este año, los estadounidenses tendrán elecciones presidenciales en una muy cerrada disputa entre el actual mandatario, Joe Biden, y el expresidente Donald Trump.
La OTAN pasó por una de las peores crisis de su historia durante el gobierno de Trump, y en su actual campaña electoral sugirió que podrá volver a cuestionar el financiamiento de la alianza militar.
Rutte además tendrá que gestionar las relaciones de la OTAN con Ucrania y las presiones ejercidas por Rusia.
Simultáneamente deberá convencer a los países europeos a aumentar sus gastos en defensa, una necesidad imperiosa si la OTAN pretende mantener el soporte logístico a Ucrania.
Rutte será el cuarto neerlandés en ocupar el cargo de Secretario General de la OTAN, después de Dirk Tikker (1957-1963), Joseph Luns (1971-1984) y Jaap de Hoop Scheffer (2004-2009).
kicp