Naciones Unidas.- El primer ministro libanés Najib Mikati, pidió este miércoles a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU que "presionen a Israel para llegar a un alto el fuego inmediato en todos los frentes", en alusión a su propio país y a Gaza.
Mikati participó en esta sesión de emergencia del Consejo de Seguridad, cuando está sobre la mesa una propuesta franco-estadounidense para un alto el fuego temporal de 21 días, que el embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, ya desechó previamente porque, según dijo a los periodistas minutos antes, "no es lo que esperábamos".
El primer ministro lamentó que su país esté siendo "víctima de una ciberagresión electrónica, y de otra agresión aérea y marítima que puede terminar en una agresión terrestre", todo ello "en una violación flagrante de nuestra soberanía y nuestros derechos humanos".
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En su intervención ante el Consejo, Mikati no citó en ningún momento a Hezbolá, el movimiento chií que suele hostigar a Israel desde el sur del Líbano y que ha servido a Israel para justificar los últimos ataques contra el Líbano, que supuestamente iban dirigidos contra militantes de Hizbulá.
Según Mikati, Israel alega que está atacando a militantes y a su armamento, "pero les aseguro, dijo a los miembros del Consejo, que los hospitales del Líbano están llenos de civiles heridos, incluyendo decenas de mujeres y niños".
Solo en la jornada del lunes, Líbano informó de 569 muertos en los bombardeos de Israel, entre ellos 50 niños y 94 mujeres; además, 90 mil libaneses se han visto desplazados desde el sur de país hacia otras regiones.
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Tras Mikati, tomó la palabra el embajador israelí, que volvió a repetir que los ataques de Hezbolá están en realidad encargados por el régimen islámico de Irán, y añadió que "no habrá paz en la región hasta que no terminemos con esa amenaza".
Previamente, había definido la condición que su país podría aceptar para evitar la guerra contra Líbano: que el Ejército libanés se despliegue en las zonas del sur del país hoy controladas por Hezbolá, una idea que viene repitiendo desde hace varias semanas.
Israel ha dicho además que no cesará en sus ataques contra el sur del Líbano hasta que pueda garantizar el retorno a sus casas de los 67.000 israelíes desplazados hacia el sur por los ataques de Hezbolá.
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