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Washington.— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el editor del diario The New York Times, A.G. Sulzberger, se enzarzaron ayer en un intercambio de afirmaciones y desmentidos con los habituales ataques de la Casa Blanca a la prensa como telón de fondo.
El mandatario fue quien abrió el tema al dar a conocer un encuentro privado que mantuvo con el periodista el pasado 20 de julio.
“Mantuve un muy buen e interesante encuentro en la Casa Blanca con A.G. Sulzberger, editor del New York Times. Pasamos mucho tiempo hablando de la vasta cantidad de noticias falsas que se divulgan en los medios y sobre cómo la noticias falsas se transformaron en la frase: ‘Enemigo del pueblo, ¡triste!”, escribió el magnate en Twitter.
Desde antes de asumir el cargo, el mandatario estadounidense se ha caracterizado por criticar públicamente a aquellas empresas de comunicación que son contrarias a su gobierno. El mandatario ha utilizado con frecuencia Twitter para atacar a periodistas cuando ellos han publicado historias que no le complacen.
Con su mensaje de ayer, Trump parecía querer dar la impresión de que Sulzberger estaba de acuerdo con su opinión de que algunas empresas de comunicación divulgan historias falsas con el fin de perjudicarle.
La respuesta del editor no se hizo esperar y un par de horas después emitió un comunicado en el que aportaba su versión de la reunión.
“Le dije directamente al presidente que pensaba que su lenguaje no sólo era divisionista, sino que además es cada vez más peligroso”, aseguró Sulzberger en su nota, en la que añadió que había advertido a Trump de que su discurso “incendiario” está provocando un incremento en las amenazas a los periodistas que podrían desembocar en actos violentos.
Asimismo, el editor no dudó en desmentir la afirmación del mandatario de que son otros los que comenzaron a referirse a la prensa como “el enemigo del pueblo” puesto que fue él, dijo, quien acuñó la expresión al comienzo de su mandato. Trump respondió horas después: “Cuando los medios —motivados por su insano Síndrome del Transtorno de Trump— revelan deliberaciones internas de nuestro gobierno ciertamente ponen en peligro la vida de muchos, no sólo de los periodistas. ¡Qué antipatriótico!”.
Recordó a sus seguidores que el derecho a la libertad de prensa con- lleva la responsabilidad de “informar con exactitud” y, sin citar fuentes, dijo que “90 % de la cobertura” que se hace de su gobierno “es negativa”, y señaló a los diarios The New York Times y The Washington Post como dos ejemplos de la prensa que no hace más que atacarle. La semana pasada la Casa Blanca enfrentó críticas por negar el acceso a una rueda de prensa a un periodista de CNN tras hacer preguntas que no gustaron al presidente.