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Una discusión pública entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el senador republicano Bob Corker podría complicar el avance de la reforma tributaria en la Cámara Alta del Congreso, donde el partido oficialista ya muestra señales de división.
Días después de que el Congreso —controlado por los republicanos— tomó dos medidas importantes para que el proyecto avance, la disputa entre Trump y Corker amenaza con distanciar aún más al presidente de senadores clave como John McCain, quien evitó que el partido derogara la ley de salud Obamacare.
Los republicanos han apostado con fuerza al proyecto. La reforma tributaria les ofrece la posibilidad de mostrar que pueden gobernar y atraer a votantes para las elecciones de noviembre de 2018. Si fracasan, podrían perder el control de la Cámara de Representantes.
Pero la reforma tributaria se ha visto complicada por distracciones, como las críticas de Trump a líderes republicanos, incluido el senador Mitch McConnell.
El más reciente incidente ocurrió el domingo. Trump criticó a Corker en Twitter, donde afirmó que el legislador le rogó por su apoyo y anunció su retiro luego de que el presidente se lo negó.
Corker respondió, también en Twitter, describiendo a la Casa Blanca como una “guardería para adultos” y dijo al diario New York Times que Trump se arriesga a llevar al país a la “Tercera Guerra Mundial”.
La pugna es algo que los republicanos no necesitan para avanzar la reforma en el Senado, que controlan por un margen de 52-48. Los demócratas están unidos en su oposición y el oficialismo no podrá aprobarlo si pierde el apoyo de más de dos legisladores.