La presidenta del Parlamento de Cataluña, Carme Forcadell, fue condenada ayer a prisión eludible bajo fianza de 150 mil euros.
Forcadell no había podido reunir el dinero a última hora de la noche de ayer, por lo que estaba previsto que temporalmente se uniera a los siete ex consejeros catalanes ya en prisión preventiva por declarar la independencia el 27 de octubre.
Forcadell, presidenta en funciones del Parlamento catalán después de su disolución a manos del presidente español, Mariano Rajoy, es uno de los personajes clave en el proceso de independencia. Suya fue la decisión de desobedecer al Tribunal Constitucional y permitir debates y votaciones sobre la sedición que habían sido prohibidos por los juzgados. Ella también fue la encargada de leer el 27 de octubre la declaración de independencia.
Cinco miembros de la Mesa del Parlamento catalán declararon ayer en Madrid junto a la presidenta. Uno de ellos evitó la prisión preventiva y otros cuatro tendrán una semana para reunir una fianza de 25 mil euros antes de ingresar en la cárcel. A todos ellos se les acusa de rebelión, sedición y malversación por facilitar los debates parlamentarios que culminaron con la declaración unilateral de independencia. La fiscalía española había pedido prisión incondicional para Forcadell por ser la “ideóloga” de la iniciativa.
Forcadell acató de forma expresa ante el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llanera, la aplicación del artículo 155 de la Constitución, mediante el cual el gobierno español disolvió el Parlamento catalán y cesó a su gobierno regional para devolver la comunidad a la legalidad.
Según versiones extraoficiales, los ex parlamentarios que declararon ayer como acusados dijeron que la proclamación de independencia tuvo carácter “declarativo y simbólico”. Forcadell especificó que “carecía de valor jurídico”.
Albert Rivera, el líder del partido Ciudadanos, la principal fuerza no independentista en Cataluña, criticó el paso atrás de los acusados. “Engañan a los ciudadanos diciéndoles que viven en la ‘república catalana’, pero ante los jueces tienen que confesar la verdad”, escribió en Twitter.
La estrategia de Forcadell supuso un giro radical respecto a la actuación del ex vicepresidente del gobierno catalán depuesto, Oriol Junqueras, y la mayoría de consejeros de su gobierno, que no quisieron responder las preguntas que les plantearon los fiscales en su comparecencia del 2 de noviembre, cuando fueron encarcelados.
Se espera que en los próximos días el juez Llarena agrupe los casos de los miembros del Parlamento y de los ex consejeros. Eso abre la puerta a que los ex consejeros puedan salir de la cárcel tras pagar una fianza.