Bruselas.— Sin iniciativas propias ni metas específicas, Rumania asume el próximo 1 de enero por primera vez la presidencia rotativa de la Unión Europea (UE).

El semestre rumano se limitará a gestionar los encargos pactados por los jefes de Estado y de gobierno en el Consejo Europeo, así como las iniciativas propuestas por el brazo ejecutivo comunitario, la Comisión Europea.

Al menos, ese es el mensaje que se desprende de un encuentro celebrado recientemente ante los medios por la titular de la Representación Permanente de Rumania ante la UE, Luminita Odobescu, y en el que no pudo mencionar cuál será el tema que distinguirá al programa rumano del resto.

La diplomática rumana se limitó a hablar sobre líneas generales. Aseguró que los trabajos se centrarán en promover la seguridad, los valores comunes, la cohesión entre los Estados miembros y el papel de Europa como actor global.

En Bruselas causa nerviosismo el que un “novato de la diplomacia comunitaria” tome el timón del bloque en un momento en el que los pronósticos anticipan un “violento temporal”. Las próximas semanas serán cruciales para definir el tipo de divorcio entre el Reino Unido y la UE. Odobescu habló de la necesidad de preparar a la ciudadanía y a las empresas ante cualquier escenario, pero sin mencionar las medidas de contingencia que la presidencia rumana impulsará para limitar los impactos ante una retirada sin acuerdo.

Para el segundo trimestre del año, la atención se centrará en las elecciones europeas. Del 23 al 26 de mayo, los Estados miembros deberán elegir a los miembros del Parlamento Europeo, la única institución comunitaria electa por sufragio universal directo. Está previsto que el número de eurodiputados disminuya de 751 a 705 como resultado del Brexit.

Odobescu afirmó que los esfuerzos se centrarán en combatir la retórica negativa y la diseminación de noticias falsas durante la contienda electoral, pues las elecciones europeas constituyen un blanco potencial para las campañas de desinformación diseñadas desde Rusia: “Nos enfocaremos en reforzar el mensaje de unidad”, sostuvo sin dar detalles.

Lo único concreto que aparece en la agenda de Bucarest es la cumbre sobre el futuro de Europa que se celebrará cinco semanas después de la fecha prevista para el Brexit, el 9 de mayo en Sibiu, antigua capital del Principado de Transilvania. La representante rumana aseguró que la ministerial deberá marcar un nuevo punto de partida del proceso de construcción europea.

Rumania ingresó a la UE el 1 de enero de 2007 como parte del proceso de adhesión celebrado simultáneamente con Bulgaria. Desde entonces, ha sido objeto de fuertes críticas por su precario récord en materia de corrupción.

A semanas de tomar las riendas del club comunitario, tanto la Comisión Europea como el Parlamento Europeo expresaron su preocupación por los cambios al código penal rumano, pues las disposiciones “podrían socavar la separación de poderes y la lucha contra la corrupción”.

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