Un agente local disparó contra Matthew Crooks, el joven de 20 años que atacó con un rifle al expresidente Donald Trump, antes que el Servicio Secreto y Crooks dejó de disparar, antes de ser abatido, informó ayer el diario estadounidense The Washington Post, con base en personas informadas de la investigación.
Trump estaba en un mitin el pasado 13 de julio en Butler, Penn- sylvania, cuando Crooks comenzó a disparar. Sin embargo, de acuerdo con el Post, un agente local asignado a un equipo SWAT le disparó una vez y lo obligó a moverse un poco de su posición, en un tejado. Un análisis de las pruebas de video realizado por el diario confirma la versión.
Tras el disparo del agente, Crooks, quien llevaba un rifle AR-15 con culeta plegable, dejó de disparar durante unos 10 segundos, antes de que un francotirador del Servicio Secreto le disparara y lo matara. Richard Goldinger, fiscal del condado de Butler, confirmó al Post que un miembro de la Unidad de Servicios de Emergencia (ESU) del condado, similar a un equipo SWAT, efectuó un disparo contra Crooks que provocó la reacción del pistolero. “No sé si el agente alcanzó realmente a Crooks y no creo que efectuara el disparo neutralizador”. Sin embargo, añadió, el disparo del agente hizo que Crooks dejara de disparar su arma, lo que dio tiempo a los francotiradores del Servicio Secreto para matar al pistolero.
Mientras, el director interino del Servicio Secreto afirmó que “no puede justificar” que el tejado usado por el atacante en el intento de asesinato del expresidente no estuviera asegurado.
Ronald Rowe declaró ante dos comisiones del Senado. El funcionario afirmó que recientemente viajó al sitio del ataque en Pennsylvania y dijo que lo que vio lo hizo sentirse avergonzado. El segundo funcionario en importancia del FBI también presentará testimonio. Los senadores planeaban interrogar a los funcionarios sobre las fallas de los organismos del orden público. Rowe se convirtió en director interino del organismo la semana pasada, tras la renuncia de Kimberly Cheatle después de una audiencia ante la Cámara de Representantes en la que fue reprendida por legisladores y no logró responder preguntas específicas sobre las fallas de comunicación previas al atentado.