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Al correrse la voz de que el gobierno de Donald Trump separaba a las familias migrantes , se difundió un urgente llamado en internet: se necesitan intérpretes en la frontera entre México y Estados Unidos para ayudar a los inmigrantes a comprender sus procesos legales.
Pero esta petición no era para hispanohablantes. Los intérpretes necesitaban hablar lenguas indígenas de Guatemala y México , como maya y zapoteco.
Los mensajes inundaron las redes sociales. Una iniciativa de recaudación de fondos juntó 12 mil dólares. Los intérpretes comenzaron rápidamente una capacitación legal improvisada.
“¡La Brigada de Intérpretes otra vez se pone en acción!”, escribió Esther Navarro-Hall, residente de Monterey, California, en su página de Facebook.
Los guatemaltecos han sido el grupo más numeroso de migrantes detenidos en la frontera sur de Estados Unidos este año, con casi 29 mil 300 familias arrestadas entre el 1 de octubre y el 31 de mayo, según la Patrulla Fronteriza. Muchos de ellos no hablan español fluido, sino lenguas mayas conocidas como quiché y mam.
Al separar a las familias y colocar a los hijos en albergues, quienes hablan lenguas indígenas tienen pocas opciones para comunicarse.
Navarro-Hall organiza intérpretes para ayudar a que los abogados se comuniquen con niños indígenas y sus padres para asegurarse de que se cubran sus necesidades legales y médicas, y que comprendan los procesos inmigratorios.
“Todos tienen el derecho humano de comprender cualquier proceso legal contra ellos en su propio idioma”, dijo Odilia Romero, intérprete trilingüe que trabaja con Navarro-Hall. Habla español, inglés y su lengua materna, zapoteco, que se habla en el estado de Oaxaca, México.
Romero reclutó a su amiga Bricia López, del popular restaurante Guelaguetza en Los Ángeles, para lanzar una campaña en gofundme.com que recaudó el dinero para enviar a intérpretes mayas a Arizona y Texas.
El plan original era enviar seis intérpretes de lenguas mayas, pero ese número creció a 20, dijo Romero, y agregó que espera que estén en la frontera en los próximos días o semanas.
Aunque la lenguas indígenas son mucho menos comunes que el español, siguen siendo utilizadas por cientos de miles de personas. Aproximadamente 1.2 millones de personas hablan la lengua maya más común en Guatemala, quiché, según el último cálculo oficial de 2002.
Navarro-Hall comenzó la Brigada de Intérpretes para organizar hispanohablantes para ayudar a las víctimas del sismo de septiembre en la Ciudad de México. Para trabajar con familias separadas, hizo equipo con un grupo de intérpretes asentado en Fresno que dirige Romero: el Frente Indígena de Organizaciones Binacionales.
El abogado Robert Foss ofrece el componente legal en las capacitaciones que Romero y Navarro-Hall organizan. Dijo que le preocupan los niños que puedan ser disciplinados o no recibir atención médica debido a que no hablan español.
Una interpretación precisa de las palabras de una persona indígena puede ser crucial en las solicitudes de asilo, indicó Foss, quien dijo que habla un poco de quiché y que ha llevado casos de asilo para centroamericanos desde la década de 1990.
“Si no puedes articular suficientemente bien lo que te sucedió, la corte probablemente considere que no estableciste un motivo, o nexo, para tu asilo”, dijo Foss. Tener un intérprete es primordial “para el debido proceso, para una audiencia plena y justa”.
Judy Jenner, portavoz de la Asociación Estadounidense de Traductores, dijo que es importante que los intérpretes estén capacitados profesionalmente y que no solo hablen el quiché u otras lenguas con fluidez.
“Solo porque tienes dos manos, no significa que puedes tocar el piano”, dijo Jenner. Agregó que la interpretación es para la palabra oral y la traducción para la escrita.
Jenner y Romero dijeron que la interpretación por retransmisión, cuando se utiliza a una tercera persona para que interprete al inglés o al español ya sea en persona o por teléfono, puede ser útil en casos de emergencia, pero debería ser un último recurso.
“Es como jugar teléfono descompuesto. Si estoy en medio, espero que el intérprete del quiché al español sea bueno”, señaló Jenner. “Es algo aterrador”.
En la frontera de Texas con México, los activistas que no saben lenguas indígenas trataban de encontrar la manera de comunicarse con un grupo de familias migrantes guatemaltecas, de acuerdo con Brenda Riojas, portavoz de la Diócesis de Brownsville.
“En la mayoría de los casos, llamamos al consulado (guatemalteco) para que envíe intérpretes, o tratamos de encontrar a voluntarios que trabajen con nosotros, que sepan algunas palabras y que nos puedan ayudar”, dijo. Riojas señaló que algunas de las personas que trabajan con los migrantes han aprendido algunas palabras que pueden facilitar la comunicación básica, como para saber sus nombres y lugares de origen. Añadió que algunos indígenas de Guatemala también han aprendido un poco de español.
Los especialistas de lenguas indígenas mesoamericanas no son los únicos intérpretes que se han buscado a causa de las separaciones de familias migrantes.
La organización Asian Pacific American Network of Oregon (APANO) pidió ayuda en redes sociales para hallar intérpretes de panyabí y de otras lenguas para al menos 70 personas del sur de Asia que fueron separadas de sus familias y detenidas por autoridades de inmigración de Estados Unidos.
En los últimos años, miles de personas de la India, Pakistán y Bangladesh viajan hasta el otro lado del mundo para pedir asilo político en Estados Unidos.
“Los detenidos tienen necesidades culturares específicas que no están siendo atendidas, incluyendo servicios de traducción, asesoría legal y servicios religiosos”, indicó Jai Singh, organizador de la APANO. “Aislarlos de estos recursos es ilegal e inhumano... Solicitar asilo no es un crimen”.
afcl