La noticia de que cinco fetos humanos fueron encontrados, el jueves pasado, en el departamento de la activista provida Lauren Handy , en Washington DC, desató un escándalo.
Sin embargo, el grupo que dirige Handy, Progressive Anti-Abortion Uprising (PAAU), adelantó algunos detalles, previo a la conferencia de prensa programada para el martes.
De acuerdo con esta organización, que se describe como “católico anarco mutualista”, y que se especializa en atraer a activistas antiaborto jóvenes , emitió una declaración en la que señala que si la policía llegó al departamento de Handy fue porque una de nueve acusados del grupo, por haber ingresado a una instalación que facilita abortos, en un intento por impedirlo, “arregló en privado” que la unidad de homicidios de la capital estadounidense llegara a ese lugar a recoger los restos .
Aunque no menciona nombres, se entiende que fue Handy, de 28 años, quien llamó a la policía. Según PAAU, los bebés fueron “descubiertos recientemente”, se encontraban en etapas gestacionales tardías y parecían tener diversas “lesiones”.
La acusada entregó los fetos para que sean sometidos a una revisión forense, ante la sospecha que fueron abortados en violación a la ley federal. Si bien en la capital de Estados Unidos el aborto es legal , la Ley de Aborto Parcial prohíbe una técnica específica de aborto tardío que implica el parto parcial del bebé, y la Ley de Protección de los Niños Nacidos Vivos da protección legal a los niños nacidos vivos durante los abortos.
Según el portal WNG, Handy y otros activistas accedieron el 9 de marzo a los laboratorios y congeladores de la Universidad de Washington en Seattle, donde dijo que vieron bolsas “llenas de partes de cuerpos de bebés abortados”. Sin embargo, no está claro si de ahí provienen los fetos que la policía descubrió el pasado jueves en el departamento de Handy.
Ella había sido detenida un día antes junto con los otros activistas por su irrupción de la instalación proaborto, en violación del Acta de Libertad de Acceso a las Entradas de las Clínicas, o Ley FACE, que prohíbe obstruir físicamente o amenazar con el uso de la fuerza, para intimidar o interferir con una persona que busca servicios de salud reproductiva. La ley prohíbe, además, dañar la propiedad de las clínicas que facilitan el aborto, así como de los centros de salud reproductiva.
Si son declarados culpables, pueden enfrentar hasta 11 años de prisión , además de tener que pagar multas por hasta 350 mil dólares .
Pero tras su detención, ella dijo que esperaba una redada en su casa y que la gente se “asustaría” cuando escuchara los resultados, en aparente alusión a los fetos que tenía ocultos.
En contraste con el comunicado de PAAU, la policía dijo que todo indica que los fetos fueron abortados legalmente. “No parece haber nada criminal en eso, excepto por cómo entraron en esa casa” donde fueron confiscados.
PAUU dijo que “se ofreció una misa fúnebre” y una “ceremonia de nombramiento” para los bebés fallecidos con sus cuerpos presentes.
Este lunes, Handy, quien tras su detención fue liberada mientras continúa su proceso por la irrupción, debe comparecer en audiencia. Un día después está prevista la conferencia de PAAU para revelar más detalles sobre de dónde provienen los fetos encontrados y cuántos en total se hallaron además de los cinco que ya están bajo custodia policial, en un indicio de que aún quedan fetos por entregar a la policía.
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Tras su liberación, Handy tuiteó: “He sido liberada sana con mis amigos. Gracias por sus oraciones y amables palabras. Aliento a la gente a no olvidar a las víctimas de la violencia del aborto . Merecen nuestras lágrimas y oraciones. Cuando amas hasta que duele, no puede haber más dolor, sólo más amor”.
En sus rees, Handy ha señalado que en 2016 “buscaba regularmente en la basura” de una clínica de abortos en Maryland, para recuperar fetos a fin de darles “un entierro adecuado”.
Apenas el pasado 23 de marzo, habló de su irrupción del día 9 en la Universidad de Washington, donde dijo haber ingresado a los “laboratorios y congeladores de órganos fetales”.
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