El cuerpo del atacante de la escuela de Uvalde , , estuvo durante casi un mes en la morgue mientras su familia discutía sobre quién era el responsable y las funerarias locales se negaron a tratar el asunto.

La autopsia al cadáver del tirador se realizó el 27 de mayo, tres días después de que fuera abatido, tras matar a 19 niños y dos docentes en la Escuela Primaria Robb.

Las dos funerarias de Uvalde: Hillcrest Memorial y Rushing-Estes-Knowles Mortuary, se negaron a tener los restos, que finalmente se almacenaron a 150 millas de distancia en una morgue en Lockhart, dijo el médico forense de facto de Uvalde , Eulalio "Lalo" Díaz Jr., al Houston Chronicle.

“Una vez que llegaron a él, las funerarias de la ciudad dijeron: 'No queremos tratar con esto'”, narró Díaz, que también se vio abrumado por lidiar con las muertes de inmigrantes, que sucumbieron al calor y la sed mientras eran contrabandeados en un camión con remolque de Laredo a San Antonio a fines de junio.

Salvador Ramos y el largo camino para sus víctimas

Podría tomar hasta un año completar los informes completos de la autopsia de Salvador Ramos y sus 21 víctimas, reconoció Díaz, en parte porque el médico forense del condado de Bexar también tiene que realizar 53 autopsias de los inmigrantes del camión hallado en San Antono.

“Eso es 75 personas adicionales añadidas a su carga de trabajo normal”, agregó Díaz: “Llevamos tres meses y todo lo que tengo son los informes preliminares”.

Una vez que el médico forense reciba los informes finales, los distribuirá a las autoridades correspondientes.

“Mientras se llevaban a cabo los funerales de las víctimas, todavía estaba pensando en qué hacer con él. Fue un momento estresante”, reconoció Díaz sobre el cuerpo del atacante.

“Tomó tres, tres semanas y media para liberarlo a la familia”, dijo Díaz al Chronicle. “Estaban peleando entre ellos”.

El tirador finalmente fue incinerado aún más lejos, en un edificio anodino en las afueras del centro de San Antonio, a más de 80 millas de Uvalde , señaló el periódico de Houston, sin dar una fecha exacta.

Taylor Michelle Massey, directora general de funerarias de Rushing-Estes-Knowles, dijo que la morgue se negó a organizar un servicio por respeto a las familias de las víctimas: “Dadas las circunstancias, no sentimos que fuera apropiado o en el mejor interés de las familias a las que estábamos cuidando para tomar la custodia de los restos del individuo que causó su dolor”.

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agv

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