El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dejó abierta la posibilidad de que no se llegue a un acuerdo de reforma migratoria y de protección de los jóvenes indocumentados conocidos como dreamers antes del 5 de marzo, fecha en la que el programa DACA que los protege de la deportación debería expirar, tal y como el mandatario ordenó por decreto.
“Es una gran pregunta si va o no a suceder (…) Bien podría ser que no sucediera”, dijo el magnate en una reunión con altos cargos de seguridad nacional y protección fronteriza. “Veremos”, resolvió, enigmático, recordando que el 5 de marzo se acerca “rápidamente”.
El plazo del 5 de marzo, sin embargo, es ahora una nebulosa, después de que los tribunales hayan obligado a la administración Trump a retomar las renovaciones del Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) en tanto no se resuelvan las demandas presentadas contra la derogación del mismo.
A primera hora de la mañana, Trump insinuó que no se llegaría a un acuerdo por culpa de la inacción de los líderes demócratas, de quienes dijo que “no están llamando” para resolver el asunto del DACA y “van a decepcionar otra vez”. Según Trump, sólo están “usando” a los dreamers con “fines políticos”. “DACA debería ser algo fácil de hacer, pero no creo que los demócratas quieran cuidar a los receptores del programa”, subrayó. “Queremos un acuerdo”, insistió, enrocado, sin embargo, en sus cláusulas y peticiones de aumentar la seguridad en la frontera y eliminar a más de la mitad la migración legal a EU.
En cuanto a la seguridad fronteriza, Trump retomó su propuesta estrella de la valla, prometiendo un muro “real, no pequeño” como el que, en su opinión, ya existe. Un “muro real” que prometió que “funcionará a 99.9%”.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, agradeció a Trump su postura rígida de pedir 25 mil millones de dólares para el muro y tecnología en la frontera, y explicó que ya han detectado de forma específica cómo usarán ese dinero para un “sistema de barrera” que no sólo será infraestructura, sino que también incorporará más personal.
El tema migratorio volverá a la primera plana política la próxima semana, cuando se acerque de nuevo una fecha límite para evitar el cierre del gobierno federal, que se queda sin fondos el próximo jueves. Los demócratas, al igual que hace tres semanas, pondrán como condición para apoyar el plan presupuestario una solución para los 690 mil dreamers que siguen en el limbo. Las posiciones parece que no se han acercado ni un ápice en todo este tiempo.