Lekima, un poderoso tifón formado en el Pacífico, barre la costa sur de China con una estela de muerte y destrucción.
Al menos 22 personas murieron este sábado y más de un millón fueron evacuadas, mientras se reportan importantes daños en la infraestructura de viviendas y comercios, según medios estatales.
Lekima tocó tierra cerca de la oriental ciudad de Wenling y avanzaba en la madrugada del domingo (hora local) hacia la capital financiera de China, Shanghái.
Se estima que 2,7 millones de hogares en la región están sin corriente luego de que las líneas eléctricas se cayeran debido a los fuertes vientos.
A la espera de la tormenta, Shanghai evacuó a unos 250.000 residentes y otros 800.000 también fueron puestos a resguardo en la provincia de Zhejiang.
La tormenta fue designada inicialmente como un "supertifón", pero se debilitó ligeramente antes de entrar en suelo chino
Los tifones son el nombre que reciben los huracanes en el Océano Pacífico Noroeste.
Se trata de un sistema rotatorio y organizado de nubes y tormentas eléctricas que se origina sobre aguas tropicales o subtropicales, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.
De acuerdo con las autoridades chinas, las muertes fueron causadas por un deslave provocado por la tormenta.
El deslizamiento ocurrió en Wenzhou, cerca de donde la tormenta tocó tierra, indicaron los medios estatales.
Según los reportes, se produjo luego de que se formara un lago de barrera, una especie de presa natural que acumula grandes cantidades de agua de lluvias antes de colapsar.
Los equipos de emergencia han luchado para salvar a automovilistas varados por las inundaciones y buscan sobrevivientes entre los escombros de los edificios dañados.
De acuerdo con las autoridades, la caída de árboles provocó severos cortes de energía y afectaron un número aún no contabilizado de viviendas.
Lekima avanzaba lentamente en la madrugada del domingo hacia el norte a través de la provincia de Zhejiang y se espera que llegue a Shanghái, que tiene una población de más de 20 millones de habitantes.
Las autoridades han cancelado más de 1.000 vuelos y servicios de trenes en preparación para la tormenta.
Se espera que el tifón se debilite aún más cuando llegue a la ciudad, pero aún traerá un alto riesgo de inundaciones peligrosas, de acuerdo con los pronósticos.
"Ahora las zonas de desastre se encuentran principalmente en las áreas de integración rural-urbana", dijo Fu Songliang, jefe del equipo de rescate del servicio de bomberos de la ciudad de Ningbo.
"Estas son áreas bajas. Cuando las inundaciones de las zonas montañosas convergen y disminuyen, estas áreas se ven muy afectadas", dijo a la agencia de noticias Reuters.
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